Duro testimonio de Juan Carrasco: joven violado con un fusil (lenguaje explícito)

Duro testimonio de Juan Carrasco: joven violado con un fusil (lenguaje explícito)

El joven Juan Manuel Carrasco dijo que estaba insultando a unos soldados venezolanos durante las protestas antigubernamentales en la ciudad central de Valencia, cuando lo atraparon junto a otros dos amigos.

En un caso que se ha convertido en uno de los más emblemáticos de las acusaciones de brutalidad contra las fuerzas de seguridad de Venezuela, Carrasco, de 21 años, relató que más tarde fue llevado a una zona de resguardo de la Guardia Nacional.

“Me pusieron de rodillas y empezaron a golpearme con porras”, dijo el albañil a Reuters en la casa de sus padres en Valencia, a unos 150 kilómetros al oeste de Caracas, donde se encuentra bajo arresto domiciliario en espera de un juicio por su implicación en los disturbios que han sacudido a la nación.





“Me dijeron hijo de puta, y ‘te vamos a matar'”, agregó el joven mostrando moretones en su torso y describiendo las acciones de unos 30 soldados que obligaron a él y otros 11 a desnudarse el 13 de febrero.

“Me bajaron los pantalones, me bajaron el slip y me metieron un fusil en el culo”, contó.

Esa última afirmación ha indignado a los detractores del Gobierno socialista venezolano, y es la más grave entre un puñado de acusaciones de maltrato que grupos de derechos humanos han iniciado señalando como culpables al Ejército y la policía durante los disturbios de este mes.

El Gobierno, sin embargo, ha negado la acusación de Carrasco y asegura que es parte de una campaña para denigrar a la administración del presidente Nicolás Maduro y alejar la atención de la violencia de los manifestantes.

Al menos 13 personas han fallecido desde que se iniciaron las protestas, un centenar han resultado heridas y más de 500 fueron arrestadas en todo el país.

“¿Ustedes creen que una persona que ha sido violada, que le hayan introducido por el ano la punta de un fusil, pueda sentarse en la audiencia presentación?”, dijo la fiscal general de la nación, Luisa Ortega, refiriéndose al caso de Carrasco.

“Qué desagradable hablar de esto, pero hay que hacerlo: practicado el reconocimiento médico legal no es cierto que se le haya introducido el fusil por el ano”, agregó. Sin embargo, dijo que tres soldados fueron detenidos y están bajo investigación por las denuncias.

“EN VENEZUELA NO SE TORTURA”

Funcionarios venezolanos, desde ministros a autoridades locales, aseguran que las fuerzas de seguridad han actuado con moderación y paciencia contra los manifestantes, a pesar de ser insultados, apedreados y cuando, incluso, hubo disparos en su contra.

Periodistas de Reuters han sido testigos de la violencia por parte de algunos manifestantes, pero también de las fuerzas de seguridad que han apuntado sus armas contra los civiles y maltratado a algunos, aparentemente, desarmados.

Maduro ha mostrado, en repetidas ocasiones, los videos en la televisión estatal de un francotirador disparando contra los partidarios del Gobierno, y de manifestantes que colocan cables a la altura del cuello a lo ancho de calles y avenidas.

El presidente dice que la tortura terminó en Venezuela con la llegada del presidente Hugo Chávez en 1999.

“El comandante Chávez jamás dio la orden de torturar a nadie. Nosotros venimos de esa escuela”, dijo Maduro a corresponsales extranjeros la semana pasada.

“En Venezuela no se tortura, ni se violan derechos humanos (…) si hubiera alguna prueba de algún caso, yo sería el primero en investigarlo y castigarlo”, afirmó.

Uno de los principales grupos que han hecho suyas las denuncias de abusos, el opositor Foro Penal Venezolano, dice que ha utilizado los registros médicos para confirmar 18 casos de lo que llama “tortura”, incluyendo el de Carrasco. Teme que haya, al menos, una docena más.

Casi todos son casos de contusiones causadas por golpes.

“La gente no quiere hablar, así es difícil para nosotros”, dijo a Reuters el director de la ONG, Alfredo Romero.

“Ellos los detienen y los golpearon (…) esa es la intimidación y la tortura. Un estudiante que ha estado en la cárcel, fue torturado, no va a ir a la calle de nuevo. Han aprendido la lección”, agregó.

Opositores están publicando videos y fotos en Internet que parecen mostrar la brutalidad de las torturas, pero algunos han resultado ser escenas de enfrentamientos en Egipto, Chile, Ucrania y otros países.

Algunos líderes de la oposición han ido más allá de los grupos de derechos locales al hablar de “cientos” de casos de tortura.

“Este es un gobierno moribundo y ahora en el exterior lo tildan de genocida”, dijo el líder de la oposición Henrique Capriles, usando un inusual lenguaje incendiario.

En el apartamento de Carrasco, en un cuarto piso de un barrio de clase media de Valencia, su madre mira desde el balcón los vehículos la policía que custodian su casa.

“Son peligrosos”, dijo ella, reafirmando la versión de su hijo. “Yo no apoyo a ningún partido político. Sólo quiero vivir, hacer mis compras y que no te maten”, agregó.

Reuters / Girish Gupta