José Gregorio Hernández y otros seis laicos venezolanos rumbo a los altares (Infografía)

José Gregorio Hernández y otros seis laicos venezolanos rumbo a los altares (Infografía)

Foto: Cortesía

 

Venezuela cuenta solo con tres beatas. Y son monjas. Se trata de María de San José, Candelaria de San José y Carmen Rendiles. El Vaticano no ha aprobado ningún milagro atribuido a la intercesión de un seglar venezolano, aunque únicamente ha recibido tres posiblemente realizados por José Gregorio Hernández en los 70 años de su causa de beatificación, publica el diario Panorama.

Los dos primeros se llevaron hasta la Congregación para la Causa de los Santos en 1986 y en 2009. “Lamentablemente, no cumplieron las exigencias requeridas por esa Congregación para ser reconocidos como auténticos milagros”, recordó en 2012 el cardenal Jorge Urosa Savino, entonces arzobispo de Caracas, aun cuando son miles y miles de presuntos hechos milagrosos que pregonan los devotos paisanos del médico trujillano y de otras tierras.





El tercero atribuido al llamado médico de los pobres lo presentó ante el referido dicasterio, el cardenal Baltazar Porras, administrador apostólico de la Caracas, el pasado 18 de enero.

Entregó el expediente con los testimonios y pruebas médicas sobre el presunto milagro realizado a la niña guariqueña Yulexy Solórzano Ortega en San Fernando de Apure, el 10 de marzo de 2017, tras recibir un balazo en la cabeza en el caserío Mangas Coveras, cuando delincuentes intentaron robarle la moto a su papá.

El “dossier” es revisado por los expertos vaticanos desde el 31 de enero y se espera por el decreto de validez jurídica que le permitiría su pase a la evaluación por médicos, teólogos, y cardenales y obispos, para que, tras su aprobación, el papa Francisco convierta al Venerable en beato.

Aunque su proceso inició antes del que todos los demás, el doctor Hernández no es el único seglar en “la cola” de los 21 venezolanos o extranjeros que hicieron vida en el país, entre obispos, sacerdotes y religiosas, que aspiran a la declaratoria de beatificación por la Santa Sede. Se encuentran otros seis laicos más, incluida una niña.

Ninguno ha llegado tan lejos en el camino de la santidad como el médico nacido en Isnotú, en 1864, y quien falleció, al ser arrollado por un vehículo, en Caracas, en 1919. Es el único que ha sido declarado Venerable, la segunda etapa del proceso. Fue en 1986, con la emisión del decreto de heroicidad de sus virtudes por el papa Juan Pablo II. Los demás son Siervos de Dios.

 

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