El Congreso de EEUU inicia nuevo período con asuntos clave por resolver

(Foto Reuters)

El Congreso de EE.UU. inauguró hoy su nueva legislatura marcada por nuevos rostros y la mayor representación hispana de la historia, con el reto de resolver, pese a las divisiones, asuntos clave como el gasto público, la deuda nacional, las restricciones a las armas y la inmigración ilegal.

En medio de ceremonias protocolarias, el legislador republicano por Ohio, John Boehner, fue reelegido por otros dos años como presidente de la Cámara de Representantes, pese a la ojeriza de varios conservadores que no le perdonan haber votado a favor de un polémico plan fiscal bipartidista el martes pasado.

Tras ser reafirmado en el cargo con 220 votos, nueve republicanos se abstuvieron o votaron por otra persona, Boehner tomó juramento a los miembros de la Cámara Baja, incluyendo los 82 nuevos representantes.





“(Los votantes) nos mandaron acá no para ser algo, sino para hacer algo, o como me gusta decir, para hacer lo correcto”, dijo Boehner, quien fue recibido con una ovación en el pleno de la Cámara, repleto de familiares de los legisladores.

En su discurso, Boehner reiteró su queja de que la deuda nacional, que ha superado los 16 billones de dólares, está afectando al desarrollo económico de EE.UU., aunque señaló que el Congreso afronta nuevas “oportunidades” para responder a los problemas más apremiantes del país.

El “Sueño Americano” estará en peligro siempre que no se elimine el “peso del ancla de la deuda” para “liberar a nuestra economía”, advirtió Boehner.

En el Congreso, continuó, hay cabida para líderes que quieren ser “la voz decidida del pueblo”, no para quienes busquen figurar “bajo los reflectores” o victorias políticas personales.

La legisladora demócrata por California Nancy Pelosi, que hizo historia como la primera mujer presidenta de la Cámara baja entre 2007 y 2011, ya había sido reelegida por su bancada el pasado 29 de noviembre como líder de la minoría en este órgano para esta nueva sesión.

Al presentar a Boehner ante el pleno, Pelosi bromeó diciendo que no siempre estará de acuerdo con él, pero manifestó su deseo de trabajar de forma bipartidista con la oposición republicana.

El vicepresidente de EE.UU., el demócrata Joseph Biden, en su función como presidente del Senado, prestó juramento a los 12 nuevos senadores, entre ellos el hispano republicano Ted Cruz, y al también republicano Tim Scott, en reemplazo de Jim DeMint, quien renunció para presidir la conservadora Fundación Heritage.

La 113 sesión del Congreso mañana mismo votará la primera partida de fondos para los damnificados por el huracán “Sandy”, de entre una larga lista de asignaturas pendientes.

Esa lista incluye asuntos decisivos como elevar el techo de la deuda nacional para evitar que EE.UU. caiga en mora; recortes al gasto público por unos 110.000 millones de dólares; medidas para restringir el acceso a las armas de fuego, y reformas a los programas de beneficencia social.

La reforma migratoria, para regularizar a once millones de indocumentados, es otra de las prioridades, después de que el presidente Barack Obama lograra la reelección gracias al voto hispano.

Tras los comicios del pasado 6 de noviembre, los republicanos mantienen el control de la Cámara baja, de 435 escaños, pero los demócratas ganaron algunos escaños en ese órgano y retienen el control del Senado, compuesto de 100 escaños.

En la nueva sesión, los hispanos hicieron historia al aumentar sus números de 24 a 28 en la Cámara baja, y de dos a 3 en el Senado.

Así, Cruz es el primer hispano en representar a Texas en el Senado, donde se sumó al demócrata por Nueva Jersey, Bob Menéndez, y al republicano por Florida, Marco Rubio.

En 2008, los hispanos ya tuvieron tres en el Senado, pero Ken Salazar, de Colorado, fue nombrado secretario del Interior por Obama.

El nuevo Congreso cuenta con el primer legislador hindú, la primera legisladora abiertamente homosexual, y cuatro legisladores nacidos en la década de 1980, mientras que las mujeres de ambos partidos hicieron historia al aumentar a 100 sus números, con 80 en la Cámara Baja y 20 en el Senado.

Los republicanos tienen 234 escaños en la Cámara Baja, una pérdida de ocho respecto a la sesión anterior, mientras que los demócratas suman 201, un aumento de ocho respecto a los 193 de la sesión que concluyó el miércoles.

En el Senado, los demócratas mantienen 55 escaños, incluyendo a dos independientes que suelen votar con el Partido Demócrata, contra 45 republicanos.

La nueva sesión, sin embargo, arrastra las disputas ideológicas de la anterior, considerada una de las menos productivas desde hace 60 años: los republicanos exigen más medidas de austeridad fiscal, mientras los demócratas presionan por mantener las ayudas a personas de escasos recursos. EFE