“RCTV fue mi familia, mi escuela, mi formación, mis primeros pasos. Un canal fundamental en la historia de este país, echado por la borda e inexplicablemente fue por sus dueños y sus intereses políticos”, responde el animador y actor venezolano Winston Vallenilla ante la interrogante de su sentir la que fue su casa Radio Caracas Televisión, canal que lo vio crecer como artista.
La pregunta fue planteada por La Verdad días después de que el esposo de la actriz Marlene De Andrade, animara el acto de juramentación simbólica del presidente Hugo Chávez el pasado 10 de enero en Caracas. La presencia del conductor de La Guerra de Los Sexos en el acto oficialista provocó las críticas de una parte de los venezolanos, así como el entendimiento de otros, quienes lo apoyan y comparten su ideología.
En las redes sociales se evidenció el radicalismo, la hostilidad y el irrespeto entre un bando y otro, lo que tornó la situación incómoda para los lectores. Sin embargo, algunos de sus colegas artistas manifestaron respeto por las ideas de Vallenilla. “Muchos compañeros opositores entienden que juntos y con amor podemos construir patria. Por norma, suelo respetar la opinión de mis compañeros, vengan de donde vengan. Creo en la diversidad, en las diferencias, pero también en el diálogo y el entendimiento”, aseguró quién ha sido el anfitrión de varios programas de la televisión venezolana.
Tiempo de reflexión
Cinco años después de llorar por el cierre del canal que lo vio crecer, Venezuela fue testigo de una nueva cara del presentador. En vivo y directo, se arrodilló con la constitución en mano en apoyo al Presidente de la República en la juramentación, pero muchos de sus fans por esta acción lo enjuiciaron. Él es consciente de ello.
Pero afirmó que lo más importante es que desde el cierre RCTV ha tenido tiempo para reflexionar y tomar una posición. “Han pasado cinco años y cada uno de los tres mil trabajadores del canal hemos tenido la oportunidad de reflexionar y revisar lo que pasó”. Según dijo lamenta el desenlace del canal de Bárcenas, sobre todo porque muchos de sus compañeros quedaron en la calle de un día para otro “sin oportunidad de seguir su formación y desarrollo”.