La Organización de Naciones Unidas (ONU) abrió una investigación sobre el uso de aviones no tripulados (drones) por parte de Estados Unidos (EEUU), Israel y Gran Bretaña, utilizados para bombardear varias regiones del mundo.
El anuncio fue realizado por el relator especial del organismo para Antiterrorismo y Derechos Humanos, Ben Emmerson, reseñó Europa Press.
El funcionario indicó que la investigación apuntará a los ataques realizados por drones contra presuntos grupos irregulares en Pakistán, Yemen, Somalia, Afganistán, el Sahel y en los territorios palestinos ocupados por Tel Aviv.
Emmerson agregó que se estudiarán entre 20 y 30 ataques ejecutados por Estados Unidos, Israel y Gran Bretaña.
Los casos investigados serán seleccionados como representativos de diferentes tipos de ataques y serán estudiados para revisar la extensión de víctimas civiles causadas por los mismos.
También se verificarán la identidad de los militantes declarados como objetivos y la legalidad de las incursiones en países en los que Naciones Unidas no ha reconocido formalmente la existencia de un conflicto.
El informe final será presentado ante la Asamblea General de la ONU, que deberá tomar una decisión al respecto.
Anteriormente, Emmerson ha declarado que los bombardeos efectuados con drones son posiblemente un “crimen de guerra”.
“Una de las cuestiones fundamentales es si el uso de bombardeos aéreos a través de aviones no tripulados es un método apropiado de conflicto en una situación en el que los objetivos están incrustados en las comunidades locales”, explicó.
Emmerson señaló que con esta investigación se comprobará si, “dada la demografía local, los ataques aéreos suponen un riesgo demasiado elevado de causar un número desproporcionado de víctimas entre la población civil”.
La apertura de la investigación es resultado de la petición de varios países, entre ellos Pakistán y dos miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, si bien no se ha especificado cuáles son.
Solamente en territorio paquistaní, el accionar de drones estadounidenses desde 2004 hasta la fecha ha dejado como saldo entre 2.562 y 3.325 personas muertas, de las que entre 474 y 881 eran civiles, incluyendo 176 niños, reveló el Bureau of Investigative Journalism.
AVN