Rebeldes islamistas tomaron puesto de artillería del ejército sirio en el norte del país

Rebeldes islamistas tomaron puesto de artillería del ejército sirio en el norte del país

(foto AP)

Rebeldes islamistas sirios se hicieron este domingo con el control de un puesto de artillería en la provincia de Raqa (norte) e insurgentes bombardearon una brigada del ejército con sus tanques en Deir Ezor (este), según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

Según un balance provisional del OSDH, la violencia dejó este domingo, al menos, 50 muertos en el país. El sábado, la cifra se elevó hasta los 125 muertos, de los cuales 52 fueron civiles.

En Tabqa, en la provincia de Raqa, yihadistas tomaron una posición de artillería y un puesto militar y se apoderaron de municiones y piezas de artillería pesada, según esta organización que se apoya en una red de militantes y médicos en Siria.





Más al este, insurgentes bombardearon este domingo con sus tanques la sede de la brigada 113 del ejército en Deir Ezor, añadió el OSDH.

Esta base y el aeropuerto militar, rodeados desde hace semanas, son las dos principales posiciones de las fuerzas del régimen en esta localidad del este del país, en una provincia desértica, pero rica en petróleo y ampliamente controlada por los insurgentes.

Militantes que trabajan en Deir Ezor Press network (DEPN) también mencionaron estos combates y subrayaron que la situación humanitaria es dramática. “La parte occidental (de la provincia) no tiene agua ni electricidad desde hace once días por los bombardeos indiscriminados de las fuerzas del régimen”, escribieron.

Este domingo, los rebeldes también atacaron la importante base militar de Wadi Deif, en la provincia de Idleb (noroeste) y el ejército respondió con el bombardeo de la localidad vecina de Maaret al-Nooman.

En un pueblo de la provincia de Alepo (norte), cuatro soldados murieron y más de 20 resultaron heridos en un atentado de los yihadistas del Frente Al Nosra contra un edificio.

En la provincia de Hama (centro), cinco civiles que vigilaban una fábrica de cemento fueron asesinados por los insurgentes, cuatro días después de la muerte de 60 civiles, entre ellos once mujeres, que fueron alcanzados por una bomba dirigida contra un autobús de empleados de una fábrica militar en la misma provincia, subrayó el OSDH.

AFP