El ejército sirio y las fuerzas de la oposición se enfrentaban el domingo por el control de una carretera clave en las afueras de Damasco por quinto día consecutivo, mientras los rebeldes continuaban su campaña para ingresar a la capital, sede del poder del presidente Bashar Assad.
Los combates de esta semana han sido los más fuertes en Damasco desde el fallido intento rebelde de tomar el control de la capital en julio. Los insurgentes lograron capturar varios barrios, pero pronto fueron obligados a retirarse por una fuerte contraofensiva del gobierno.
Tanto los rebeldes como el gobierno consideran la batalla por Damasco el final más probable en la guerra civil que comenzó hace casi dos años y que ha cobrado más 60,000 vidas.
Pero aunque los rebeldes amenazan la fortificada capital desde varios puntos bajo su control alrededor de la ciudad, hasta el momento Damasco no ha sufrido el nivel de violencia y destrucción que se ha visto en otros centros urbanos.
Desde el miércoles, cuando comenzó la más reciente campaña rebelde por Damasco, los puntos de control en la principal carretera que llega a la ciudad han cambiado de manos varias veces. La carretera es de gran importancia estratégica porque lleva al norte de Siria y el régimen de Assad la usa para mover sus soldados y material. Los rebeldes cortaron el acceso a Damasco con neumáticos incendiados el viernes después de arrebatar varios puntos de control de manos de fuerzas del gobierno en combates que han llevado la guerra civil a un kilómetro del corazón de la capital.
Hubo información contradictoria sobre si los rebeldes lograron avanzar el domingo. Un combatiente rebelde declaró a The Associated Press que las fuerzas de la oposición tomaron el punto de control de al-Adnanm en Jobar, al noreste de Damasco. El combatiente habló a condición de no ser identificado por razones de seguridad.
Pero el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, un grupo activista contra el régimen, dijo que aunque los combates en la carretera continúan, las tropas del gobierno retomaron el control del área el domingo después de usar cazas para bombardear posiciones rebeldes el día anterior. AP