Naky Soto Parra: Réquiem para una campaña

Naky Soto Parra: Réquiem para una campaña

Llevo cuatro días escuchando el mismo discurso: Chávez lo ha hecho todo, antes de Chávez no éramos nada. Sólo Chávez salva. Chávez es nuestro padre. Chávez sin grises, todo en mayúsculas, con superlativos, con absolutos: nunca, jamás, todo, nada.
Si Chávez eligió a Nicolás, tú tendrás que elegirlo también, porque Chávez así lo quiso. Aunque no entiendas qué le vio, aunque no se parezca ni un poco a Chávez, aunque no lo reconozcas como líder, eso no importa, lo que importa es Chávez. Por eso piden disciplina y unidad.
Disciplina para acatar la orden de aceptar a Nicolás como sucesor, sin preguntas, sin dudas, es una orden de Chávez y las órdenes se acatan, no se discuten. Unidad para mantener la polarización, para recordar que siempre hay un enemigo al acecho, uno al que hay que odiar y derrotar. Si no entiendes qué le vio Chávez a Nicolás, al menos entenderás que es el elegido que combatirá al enemigo, y sólo por eso tienes que mantenerte unido, en lucha, rodilla en tierra, obedeciendo y aborreciendo, unidos para la victoria que garantizará su permanencia en el poder a cualquier costo, a expensas de la muerte de Chávez, de la exhibición de su cadáver, del uso de quien ha sentido un dolor auténtico.
No te lo mostramos vivo
Ya estaba muerto. No había manera de creer en una vida que dejamos de ver por tres meses, no después de 14 años de exhibición, no después de haber convertido su gobierno en un reality show. Por eso, estos actos han sido la negación de la solemnidad. Nadie te despide, PopStar, todos aprovechan la circunstancia para exhibirse también, repitiendo como loros el mismo mensaje: no estás muerto, vives en ellos, la lucha sigue y por eso aplastarán al enemigo.
Poco llanto, como en un velorio regular, donde no falta quien cuente chistes o anécdotas jocosas, salvo los verdaderos deudos, los que no se separan del féretro, sólo para ellos se detiene el tiempo, sólo ellos encuentran en una oración o un abrazo, una mínima fuente de drenaje para su tristeza. El resto sigue. Es una muerte más, porque ya estabas muerto y ya encontraron como prolongar tu poder.
Por eso estos actos han tenido aplausos, cámaras, música, farándula, al margen de otros jefes de estado que no entienden lo que está pasando, la feria a la que han sido invitados, lo desencajado del negro de su ropa, pues el propísimo Canciller los recibe con risas y los acomoda para inmortalizar su arribo al funeral con una foto, de la que hablarán como un aval a la importancia histórica de Chávez, el exhibido.
Poco llanto y mucha rabia, la clave para estimular el voto que sellará la lealtad a tu prolongada ausencia, que ya no será ausencia, porque embalsamarte y exhibirte es prolongar el uso que necesitan darte, como por ejemplo, las órdenes que en materia económica dice Nicolás que dejaste. Otra vez la estrategia de endilgarte unas decisiones que no tomaste, pero sólo así serán acatadas con disciplina y unidad.
Yo violo, tú callas
Todas las autoridades han advertido a los medios privados que no es momento de hacer análisis políticos. Ellos han insultado y amenazado; han hecho propaganda frente al féretro recordando por qué hay que votar por Nicolás. El Ministro de la Defensa ha expresado de manera explícita su intención de contribuir a la victoria de Nicolás, lo ha hecho igual el Jefe del Comando táctico operacional, que será también el Jefe del Plan República -garante del orden durante las elecciones- comprometiendo la objetividad de la Fuerza Armada Nacional.
Hoy, el Tribunal Supremo de Justicia ha emitido una sentencia -en paralelo al inicio de los actos funerarios- que establece la legalidad de la presidencia/candidatura de Nicolás. Conforme a la sentencia que establecía la continuidad administrativa de Chávez, y que prescindía de la juramentación del 10 de enero de 2013 para un nuevo período presidencial, como la ausencia absoluta del Presidente ocurre dentro de los primeros cuatro años de gobierno, tras su muerte, asume la presidencia Nicolás con todas las facultades del cargo.
Durante su ausencia física, no hubo una sola prueba fáctica de que Chávez estuviese en funciones de gobierno. Cada parte médico emitido en comunicados oficiales, negaba la congruencia de esta posibilidad, sin embargo, las firmas electrónicas o escaneadas, sumadas al mantra “Chávez mandó a decir”, debían ser la prueba irrefutable de su facultad de gobierno, aunque atravesara sesiones de quimioterapia en medio de importantes infecciones pulmonares. Llegó a trabajar 5 horas y media, según el testimonio que rindiera Nicolás a las 11:30 p.m. de un viernes plagado de rumores.
Recordemos que la sentencia del TSJ no eximía al Presidente Chávez de la juramentación, sólo le dio la potestad de celebrarla cuándo y dónde quisiera. Así pues, la juramentación de Nicolás ante la Asamblea Nacional será una ratificación de sus funciones como Jefe de Estado, Jefe de Gobierno y Comandante en Jefe de las FAN. Curiosamente, la sesión había sido convocada para celebrarse en la Academia Militar, con la característica de que los diputados no tendrían derecho de palabra y el discurso de orden lo daría el Ministro de Defensa. Tal vez, esa combinación hacía muy evidente la junta cívico-militar que respalda esta nueva violación constitucional. Eso y el aviso de inasistencia de la bancada opositora y por eso ahora se hará en la Asamblea. Tal vez.
Nicolás no es Nicolás
En su discurso de los actos funerarios, no se despidió de Chávez. Habló de él, le juró, le prometió, lloró, gritó, lo convirtió en la verdad y la vida: con Chávez todo, sin Chávez plomo. Como siempre, resultó más asertivo para la rabia que para el dolor, pero igual pronunció el evangelio según Chávez. Eso y sólo eso, es lo que debe hacer para conducir estos días hasta el plebiscito más voraz al que se haya sometido al cadáver de un líder que debe permanecer para recordar su sacrificio, su obra, el amor que merece ser expresado en un voto más.
Nicolás no necesita separarse de su cargo para ser candidato, pero esa ventaja electoral ya la hemos vivido con Chávez, por eso no le causa estupor a ninguno de sus seguidores. Nicolás no será el Presidente-Candidato, será el Pastor de la Oración Fuerte al Espíritu Chávez: tu voto está seguro, sigamos con Maduro. Disciplina y unidad.
Ya habías muerto, PopStar. Hiciste de tu tránsito por el poder un espectáculo continuo, y como un buen cuentacuentos, era difícil separar la verdad de la ficción, en ese gusto que le encontraste a la reconstrucción histórica. Sabías qué querías en pantalla, qué enfocar, cuándo hacer pausas para que los aplausos ratificaran el alcance de tu verbo, el acierto de tus decisiones y tu poder, tu descomunal poder que será probado en este plebiscito a tu cadáver.
Creo que deberíamos ahorrarle ese costo al país. Ir al plebiscito sería avalar unas condiciones electorales inaceptables. No sólo la elección será inédita, también lo será el arribo a la presidencia de un hombre cuyo único mérito residió en la Fidel(idad) y Chávez. Ni un solo voto será por él.
Sólo Chávez salva, sólo Chávez gana.
Publicado en http://zaperoqueando.blogspot.com/2013/03/requiem-para-una-campana.html