Un evangélico acusado de homófobo siembra polémicas en el Congreso brasileño

Un evangélico acusado de homófobo siembra polémicas en el Congreso brasileño

El Congreso brasileño está inmerso en una suerte de “guerra santa” generada por la elección como líder de la Comisión de Derechos Humanos de un diputado y pastor evangélico que condena la homosexualidad y afirma que la raza negra fue maldecida por Noé.

(foto EFE)

Su designación para presidir esa comisión de la Cámara baja el pasado 7 de marzo desató un vendaval de críticas de organismos de derechos humanos, que le han acusado de homófobo y racista apoyados en polémicas declaraciones públicas que ha hecho en los últimos años y que ahora ha ratificado.

El legislador, de 40 años, es presidente y pastor de la Asamblea de Dios Catedral del Avivamiento, vinculada a la Asamblea de Dios, un culto evangélico que tiene en Brasil casi 20 millones de fieles, entre los que garantiza que hay “muchos” que “dejaron” de ser homosexuales gracias a la ayuda espiritual.





Su prédica contra la homosexualidad le ha llevado a afirmar que “el amor entre personas del mismo sexo conduce al odio y al crimen” y a rechazar el casamiento gay, no establecido en la ley brasileña aunque existen proyectos en ese sentido que tramitan en las cámaras.

“El casamiento es un problema, pues después del casamiento civil van a querer el casamiento religioso y luego van a pelear, como ya lo hacen, por la adopción de niños”, y “todos sabemos, y la sicología lo dice, que un niño criado por dos hombres o dos mujeres tendrá problemas muy serios en su vida”, declaró el lunes.

Sobre los negros y africanos en general, el diputado del Partido Social Cristiano (PSC) sostiene que son objeto de una “maldición” y cita la Biblia para justificarse.

“Nacieron cuando Noé maldijo a Cam y a toda su descendencia, encarnada por su hijo menor Canaán, después de que lo vio desnudo”, ha declarado.

Feliciano afirma que eso no supone racismo sino un apego a sus creencias religiosas, y además esgrime que “miles de africanos” se han “curado” de esa “maldición” al “entregarse al camino de Dios”.

Los colectivos homosexuales, de los más activos en Brasil, se han plantado ante Feliciano y promovido protestas cada vez que se reúne la Comisión de Derechos Humanos, que para evitar tumultos decidió esta semana restringir el acceso a sus reuniones.

Diversos movimientos, como el Grupo LGTB Arco Iris de Río de Janeiro, han considerado esa decisión como una “afrenta” a la “movilización de la sociedad civil contra el disparate” de que una persona “homófoba, racista y machista” dirija esa comisión.

El presidente de esa organización, Julio Moreira, lamentó en declaraciones a Efe la presencia de “diputados fundamentalistas religiosos” en el Congreso brasileño, del cual dijo que debería regirse por la pluralidad y no por “fanatismos”.

En las últimas semanas, las protestas contra Feliciano han copado las redes sociales, desde las que se ha convocado manifestaciones y numerosos “besasos” de homosexuales en lugares públicos.

Reconocidos artistas, como el cantautor Caetano Veloso, se han sumado a las manifestaciones, que alentaron a la cantante Daniela Mercury a asumir que tiene una relación amorosa con la periodista Malú Verçosa.

“En tiempos en que tenemos a Feliciano faltando al respeto de los derechos humanos, grito mi amor a los siete vientos”, escribió en la red Instagram, como pie de fotos en las que se besa con Malú Verçosa.

En el Congreso, el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) pidió el miércoles a la Mesa Directora de la Cámara baja que inicie un proceso con miras a la pérdida del mandato del pastor, quien también es sospechoso de irregularidades administrativas.

El PSOL se apoyó, además, en “palabras ofensivas” que el pastor dirigió de forma indirecta a otros diputados al afirmar en un culto de su Iglesia que, antes de su elección, la Comisión de Derechos Humanos estaba “en manos de Satanás”.

El diputado Eleuses Paiva, del Partido Social Demócrata (PSD), que también exige la renuncia de Feliciano, declaró a Efe que “es necesario resolver este clima de ‘guerra santa’, encontrar una solución y evitar un desgaste mayor” del propio Congreso.

La indignación traspasó las fronteras de Brasil y a las críticas se sumó Amnistía Internacional, que tildó de “inaceptable” la elección de Feliciano para ese cargo por sus “posiciones claramente discriminatorias”, e instó al Congreso a “corregir el error”.

Sin embargo, las presiones hasta ahora no surtieron efecto y el pastor Feliciano insiste en que no dimitirá porque fue elegido de forma “legítima” por los otros miembros de la comisión. EFE