Rafael Olavarría: Carta al Gobierno venezolano

Hola Gobierno,

Te dedico estas líneas para recordarte algunas de tus obligaciones, ya que parece que tu obsesión por nunca cambiar ha hecho que se te olviden cada vez más.

También te escribo porque te noto como desesperado persiguiendo a quienes piensan distinto, buscando botar personas de sus trabajos, quitando derechos de palabra a opositores, etc. por lo que me tomaré el atrevimiento de aclararte un par de cosas que, capaz por tu dinámica represiva, has olvidado:
¿Te acuerdas de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela? Sí, esa, la de 1999, la que Hugo Chávez promovió. Bueno, se creó para que te rijas por ella, es tu obligación, lamentablemente.





Creo que debo recordarte que el artículo 19 de esa Constitución establece que es una obligación para todos los órganos del Poder Público la garantía y el respeto a los Derechos Humanos y que además, todo tratado que nuestro país haya suscrito y ratificado en esta materia (como el Pacto de Derechos Civiles y Políticos o el Pacto de San José de Costa Rica) entra en el mismo rango que nuestra Constitución y sí, lamentablemente eso quiere decir que debes cumplirlo.

Además, considero pertinente en este caso comentarte que el artículo 145 de nuestra Carta Magna establece que los funcionarios públicos están al servicio del Estado, es decir, al servicio de todos los venezolanos y que su nombramiento o remoción no puede estar sujeto a criterios de orientación o afiliación política. El significado de “no puede” no es “no deberías” o “hazlo sólo cuando tu revolución así lo exija”. El significado de “no puede” es que lo tienes prohibido Gobierno, y cada vez que persigues o botas a alguien en un Ministerio te cae otra mancha por violaciones a la Constitución y a los Tratados de Derechos Humanos que no se olvidan y no prescriben. Y te han denunciado, te denuncian y te denunciarán cada vez con más fuerza, porque cada vez falta menos para que llegue la justicia, porque cada vez das menos miedo.

Sabemos muy bien que detestas las leyes que no te convienen, que ves en cada pensamiento distinto una amenaza para tus planes hegemónicos, que crees que cualquier disentimiento con la línea oficial es una conspiración. Pero detente un momento, deja de perseguir y amenazar por un segundo y mírate al espejo. ¿No te da lástima ver en lo que te has convertido? Lo débil y violento que estás… ¿No te parece triste e injusto hacer pagar a los trabajadores tu frustración de haber fracasado? Confieso nunca antes haberte notado tan sediento de conflicto, de odio, de discriminación, de violencia… Entiendo que te duele saber que no lo lograste y que te falta muy poco para culminar tu ciclo, pero tanta violencia no tiene caso, ya es ilógica, es lamentable, es cobarde.

Haz el esfuerzo aunque sea de salir por la puerta grande, aún tienes la oportunidad. Por el bien de Venezuela deja de encaminarte a las puertas de atrás, que son las de la mentira, la de la violencia, la del amedrentamiento, la de la manipulación, la de la ilegalidad, la de la cobardía…

Decía Ghandi: “Primero te ignoran, después se ríen de tí, luego te atacan…entonces ganas”. Gobierno: ¿Te das cuenta en cuál fase estás?

Recuerda: ya no das miedo, das lástima.

Vamos, anímate a salir por la puerta grande.

Atentamente,

@RafaelOlavarria