Un hombre fue encontrado este lunes ahorcado en el interior de su vivienda de Barcelona, en España, cuando iba a ser desahuciado por no haber pagado el alquiler, un fenómeno alarmante en este país hundido por la crisis.
El cadáver del hombre, de 40 años y nacionalidad española, fue hallado el lunes por la mañana en su domicilio por la comisión judicial que iba a ejecutar el desalojo del fallecido, informó la portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.
“Efectivamente la comisión judicial ha ido esta mañana a realizar un desahucio y se ha encontrado con el cadáver de un hombre”, dijo a la AFP esta fuente.
La policía catalana inició una investigación de la defunción, aunque todo apunta a que se trata de un suicidio, afirmó una portavoz.
Con el país en recesión desde finales de 2011 y un desempleo del 27% de la población activa, muchos españoles endeudados durante los años del “boom” inmobiliario han visto cómo eran expulsados de sus viviendas al no poder hacer frente al pago de sus hipotecas o alquileres.
Entre 2008 y 2012, se dictaron 415.117 órdenes de ejecución hipotecaria de las que fueron ejecutadas 252.826, cerca de un 61%, incluyendo viviendas principales y secundarias, locales empresariales y comerciales y terrenos.
En otoño, una serie de suicidios de personas que iban a ser expulsadas disparó las alarmas y el malestar entre la ciudadanía, que se movilizó para detener los desahucios en un país con miles de viviendas vacías.
La PAH, asociación nacida hace cuatro años en Barcelona y principal referente de estas protestas, presentó una iniciativa de ley popular apoyada por 1,4 millones de firmas para reformar el mercado hipotecario.
El texto debe ser aprobado el próximo miércoles por el Senado español tras haber recibido la luz verde del Congreso, aunque sin algunos de sus puntos principales, lo que ha enfurecido a los activistas, que tras esta última defunción han convocado para el martes una concentración de protesta en Barcelona.
Por su parte, algunos gobiernos regionales como los de Andalucía, Canarias y Cataluña han tomado medidas por su cuenta para detener este dramático fenómeno, como la expropiación temporal de las viviendas para evitar los desahucios y la creación de un impuesto sobre los numerosos inmuebles vacíos en el país.