Antonio M. Delgado: Maduro responsabiliza a la oposición de fracasos del chavismo

El férreo control cambiario y 14 años de políticas revolucionarias han deteriorado el aparato productivo hasta el extremo que conseguir algo de pollo, medicamentos o papel sanitario se ha convertido en una odisea para millones de venezolanos.

Eso es lo que explican los economistas, pero el régimen bolivariano presidido por Nicolás Maduro tiene otra explicación: “la guerra económica orquestada por El Imperio”.

Y es que la “avaricia desmedida” y el “odio por el prójimo” de la oposición aparentemente es el causante de la mayoría de los problemas que afligen los venezolanos, o al menos, eso es lo que las autoridades del chavismo quieren hacer ver, en su intento por evitar que el dedo acusador recaiga sobre ellos.





Es una desgastada fórmula que volvió a ser utilizada por Maduro este fin de semana.

“Hay una guerra para desabastecer el país de los productos necesarios, lanzar una inflación incontrolada e impedir el logro crédito internacional para Venezuela […] Que nadie se confíe, sino fuera por la fortaleza que tenemos ellos hubieran avanzado y destruido, más, nuestro país”, dijo Maduro en un mensaje dirigido a la nación.

Según Maduro, cuyo gobierno se cojea en medio de un creciente descontento popular y acusaciones de que se robó las pasadas elecciones presidenciales de abril, el saboteo económico busca desestabilizar a su gobierno para derrocarle.

Es una estrategia que el heredero de Hugo Chávez dijo que no tendrá resultado.

“Si alguno de ustedes cree que haciendo esta guerra económica van a derrocar a Maduro están muy equivocados cuidado y los derrocados no son ustedes, no se equivoquen nuevamente ni se dejen llevar por los derroteros del fracaso, porque le hacen daño es a la patria, al país y la sociedad”, añadió.

Pero la creciente escasez de productos aunada a la aceleración de la tasa de inflación es el resultado de las políticas adoptadas a lo largo de la Revolución Bolivariana, que en su afán de ejercer un control cada vez mayor del Estado sobre la economía han generado un ambiente carente de oxígeno para las actividades del sector privado, que se ha traducido en un prolongado proceso de desinversión y de desmantelamiento del aparato productivo del país.

La situación no es ninguna sorpresa para la mayoría de los economistas del país, quienes llevan años advirtiendo lo que estaba sucediendo.

Y en lo que sí causa sorpresa, la situación parece ser entendida por algunos de los asesores económicos más cercanos de Maduro, quienes en un informe le advirtieron que el país estaba en el umbral de “una bomba atómica”, y que el problema del desabastecimiento era el producto de las erradas políticas del gobierno.

“Alertamos sobre una bomba atómica económica que prácticamente ya ha estallado, debido a las políticas económicas inadecuadas de nuestro equipo económico. Se necesita una reformulación de las mismas, para un urgente control de daños, por un lado, y un relanzamiento de la economía, por el otro”, resaltó el informe preparado para Maduro.

El documento advierte sobre la agudización de los problemas de abastecimiento, que según cifras del Banco Central de Venezuela, ya supera el 20 por ciento en general, y alcanza el 50 por ciento en rubros vitales como el aceite, el azúcar y la harina precocida de maíz, producto utilizado para la elaboración de las arepas.

Pero si bien el equipo económico busca estrategias que le permita evitar que la economía venezolana termine de colapsar, en lo político, el chavismo no ha encontrado más alternativa que atribuir la crisis a la oposición, y en particular, a algunos de los mayores grupos económicos del país.

Esto también se vio el fin de semana, cuando Maduro acusó al empresario Lorenzo Mendoza, cabeza del grupo de alimentos Polar, de esconder la harina precocida de maíz con fines especulativos.

Pero Mendoza, quien dijo estar dispuesto a dialogar con el gobierno, respondió que Maduro no parece estar informado sobre la situación de los productores del país, quienes se ven afectados por la escasez de materia prima en el país.

“El que importa es el gobierno y nos vende la materia prima a nosotros”, indicó Mendoza, antes de recordar que el Estado es el mayor productor nacional en el área de alimentos, como producto de la ola de expropiaciones emprendida por el chavismo.