Modelo colombiana explica el polémico juego “El que eyacula pierde”

Modelo colombiana explica el polémico juego “El que eyacula pierde”

Pilar Ruiz recreó el peligroso juego que los adolescentes pusieron de moda en su país. Ella eligió el papel masculino. “Estoy preocupada porque tengo un hermano de 14 años”

La modelo colombiana Pilar Ruiz comenzó a contar el polémico juego en tono de broma en el programa chileno de TV Sin Dios ni Late. Sin embargo, rápidamente, cambió el modo jocoso por una explicación más seria.

Es que el carrusel consiste en formar una ronda donde todos deben bailar. Los jóvenes penetran a las adolescentes rápidamente, pero cuando alguno eyacula, pierde y sale del juego.





Desafiar y descubrir todas las sensaciones del cuerpo hasta llevarlas al límite es el objetivo del Carrusel, un polémico juego que está de moda entre los adolescentes de Medellín.

“Eran los 15 de una amiga. Nos fuimos para una finca y estábamos tomando licor. Cuando pusieron la música, todos nos pusimos a bailar. Éramos unas 10 personas y alguien propuso jugar Carrusel”, contó una niña de 14 años, según informó el diario colombiano El Tiempo.

Lo más preocupante es que su caso no es el único. Luz Marina Peláez Vanegas, encargada del proyecto de Salud Sexual Reproductiva de la Secretaría de Salud de Medellín, expresó: “Este tipo de juegos los vengo escuchando hace un año a través de los relatos de chicas embarazadas. Tiene sus variaciones, pero en esencia son relaciones sexuales grupales, que son en su mayoría indiscriminadas y sin la debida protección. Se dan principalmente en fiestas, fincas o lugares donde no hay control de los adultos”.

Según los indicadores de la Secretaría de Salud en Medellín, 6.967 mujeres entre los 10 y los 19 años quedaron embarazadas el año pasado. Mientras que en 2011 fueron 6.880 mujeres en el mismo rango de edad. Sin contar que estudios de la Gobernación de Antioquia revelan que el 82,5 por ciento de los embarazos adolescentes acaban en un aborto clandestino.

La adolescente de 14 años creyó que era una “locura” momentánea, que le pareció normal porque todas sus amigas lo hacían.