La radiación de los teléfonos inteligentes: ¿Un peligro para la salud?

La radiación de los teléfonos inteligentes: ¿Un peligro para la salud?

El avance de la tecnología generalmente va encaminado hacia el beneficio de la raza humana, pero conforme esta crece y evoluciona el temor de sus consecuencias también se hace presente. Uno de los más marcados en los últimos años ha sido la radiación que pueden generar nuestros gadgets, principalmente teléfonos celulares y laptops.

Nuestra salud se puede ver afectada por el uso desmedido de estos gadgets; se ha dicho en varias ocasiones que a la larga uno puede tener problemas de cáncer y otras enfermedades, pero ¿qué tan cierto es esto?





El sitio unocero.com nos habla un poco más acerca del tema ¿Qué es la radiación? la radiación es el proceso de transmisión de ondas o partículas a través del espacio o de algún medio. Las ondas y las partículas tienen muchas características comunes, la radiación suele producirse predominantemente en una de las dos formas.

La radiación mecánica corresponde a ondas que sólo se transmiten a través de la materia, como las ondas de sonido, y la radiación electromagnética que es independiente de la materia para su propagación, sin embargo, la velocidad, intensidad y dirección de su flujo de energía se ven influidos por la presencia de materia.

La radiación electromagnética se divide en dos tipos de acuerdo a los cambios que provocan sobre los átomos en los que actúa:

La radiación ionizante: que son radiaciones con la energía necesaria para arrancar electrones de los átomos. Como por ejemplo los rayos X, las radiaciones alfa, beta y gamma. Estas pueden provocar reacciones y cambios químicos con el material con el cual interaccionan, son capaces de romper los enlaces químicos de las moléculas o generar cambios genéticos en células.

La radiación no ionizante (que es la que emiten nuestros gadgets): Es aquella que no es capaz de producir iones al interactuar con los átomos de un material, y se clasifica a su vez en campos electromagnéticos y radiaciones ópticas.

Algunos ejemplos de campos electromagnéticos son los utilizados por las emisoras de radio, electrodomésticos y en el área de las telecomunicaciones. Dentro de las radiaciones ópticas tenemos los rayos ultravioletas, la luz visible, los rayos infrarrojos y los rayos láser. Estas pueden provocar calor y ciertos efectos fotoquímicos al actuar sobre el cuerpo humano.

Los teléfonos celulares son transmisores de radiofrecuencias de baja potencia, pues funcionan en un intervalo de frecuencias de entre 450 y 2700 MHz y tienen un pico de potencia que va de 0,1 a 2 vatios. El aparato sólo transmite energía cuando está encendido. La potencia (y por lo tanto la exposición del usuario a las radiofrecuencias) desciende rápidamente al aumentar la distancia con el dispositivo. Una persona que utiliza el teléfono móvil a una distancia de entre 30 y 40 centímetros de su cuerpo, por ejemplo, al escribir mensajes de texto, navegar por Internet o cuando se utiliza un dispositivo de manos libres, estará mucho menos expuesta a campos de radiofrecuencia que quienes lo utilizan acercando el aparato a su cabeza.

Además, el nivel de exposición también se reduce si se disminuye la cantidad de llamadas y su duración. El empleo del teléfono en zonas con una buena recepción también conlleva una disminución del nivel de exposición, ya que de ese modo el aparato transmite a una potencia reducida.

Las autoridades de salud han determinado que los valores umbral para los campos electromagnéticos alrededor de los transmisores en los teléfonos móviles y otros equipos deben ser los mismos que los recomendados por la Comisión Internacional de Protección contra las Radiaciones No Ionizantes (ICNIRP). Los valores límite umbral para estos campos son 50 veces por debajo del nivel que produce el calentamiento de tejido humano o la estimulación de las células nerviosas.

En cuanto al cáncer, que es quizás el padecimiento que más preocupa a la población, la mayoría de los estudios se han centrado en el riesgo de cáncer de cabeza y cuello, leucemias y linfomas. Pero hasta la fecha tampoco hay evidencia de una asociación entre el uso de estos gadgets y tumores de crecimiento rápido del cerebro. Para tumores de crecimiento lento se ha estudiado en personas que han usado teléfonos móviles por más de con 20 años sin mostrar ninguna asociación.

En cuanto a las laptops los valores de los campos electromagnéticos que producen están dentro de las directrices planteadas por la ICNIRP, pero estos suelen elevarse al estar cerca del cuerpo, como por ejemplo al tener el dispositivo sobre las piernas, abdomen o tórax, aumentando hasta 4 veces lo recomendado.

De los posibles riesgos, estudios han encontrado que las personas que estuvieron expuestas a una laptop sobre sus piernas, mostraron una disminución significativa en la motilidad de los espermatozoides y un aumento en la fragmentación del ADN espermático. Y esto fue después de sólo cuatro horas de exposición, concluyendo que usarla de esta manera podría resultar en disminución de fertilidad masculina.

Esto aunado a que el efecto térmico y la posición de las piernas necesaria para equilibrar la computadora contribuyen al calentamiento que también puede dañar el esperma, al calentar el escroto.

Y cabe agregar que los efectos aumentan si la laptop está conectada ya que no tiene conexión a tierra, por lo que se recomienda no usar mientras se esté cargando y utilizar una almohada o algún dispositivo para guardar distancia, ya que la radiación disminuye considerablemente si se pone una distancia mínima de 5 cm.

Pero para tranquilidad de muchos cabe aclarar los espermatozoides se reproducen constantemente, el proceso de espermatogenesis tiene una duración de 62 a 72 hrs, por lo que aparentemente la probable infertilidad solo es pasajera.

Fuente: De10.