No se consigue queso, carne y pollo a precios regulados

Referencial/AVN

Tras la entrada en vigencia, el pasado miércoles 15 de mayo, de la resolución conjunta de los ministerios de Alimentación, Agricultura y Tierras, Comercio y de Finanzas, en la cual se fija el aumento en el precio regulado pagado al productor y al mayorista del pollo, la carne de res, la leche y el queso, los comerciantes y consumidores se muestran a la expectativa ante los verdaderos costos a los que ofrecen los productos “regulados” en los mercados municipales y supermercados de la ciudad.
El ajuste de precios publicado en la Gaceta Oficial N° 40.166, no se cumple en el Mercado Libre de Maracay, dado que los comerciantes adquieren los productos a un precio, inclusive, mayor al fijado por el Gobierno Nacional para la venta. Tal es el caso del queso amarillo, cuyo costo quedó fijado en Bs. 38,5 para la venta y los comerciantes lo adquieren a los mayoristas a Bs. 78, y en consecuencia lo venden al público entre 80 y 100 bolívares el kilo.
Y si se trata del queso blanco semiduro la situación no es diferente pues, según la resolución, este debe venderse en Bs. 32,64, pero realmente el kilo de guayanés, telita, de mano y mozzarella se consigue a no menos de Bs. 80, dado que los comerciantes lo adquieren a los mayoristas a Bs. 60 aproximadamente. En virtud de ello, la regulación no se ajusta a la realidad que enfrenta el mercado actual.

Carne y pollo sin regulación
Similar panorama prevalece con la venta de carne y pollo. Ambos rubros se mantienen regulados, pero ningún comerciante lo expende al precio estipulado por el Gobierno Nacional, argumentando que lo compran a un costo mayor al fijado para la venta. Según la nueva resolución la carne de res de primera debe venderse en Bs. 27 por kilo, pero realmente este tipo de corte se consigue con suerte y económico en Bs. 55, porque generalmente la expenden a Bs. 75 el kilo. Amén del pollo entero, cuyo precio fue fijado en Bs. 18,73 y actualmente se consigue en Bs. 30 el kilo.
Tras la regulación de precios que ha reinado en el país desde hace más de cuatro años, los consumidores se han acostumbrado a las contradicciones entre los precios fijados para la venta y el costo que realmente deben cancelar para adquirir el producto. Aseguran que no hay un verdadero control y seguimiento por parte del Gobierno Nacional, por lo que no les queda otra alternativa que comprar al precio que finalmente fije el comerciante.

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