Hasta un 20 por ciento de los niños de Estados Unidos padece un desorden mental mientras la cifra de menores diagnosticados ha ido en aumento durante más de una década, según un informe publicado esta semana por los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
En el primer estudio realizado sobre desórdenes mentales en niños de entre 3 y 7 años en la historia de la agencia, los investigadores descubrieron que las enfermedades mentales de la infancia afectan al menos a uno de cada cinco niños y cuestan 247.000 millones de dólares al año (unos 190.000 millones de euros) en cuentas médicas, educación especial y justicia juvenil.
Los niños con desórdenes mentales -definidos como una “seria desviación del desarrollo cognitivo, social y emocional esperado”- a menudo tienen problemas de aprendizaje en la escuela, para hacer amigos y establecer relaciones más adelante en la vida, decía el informe.
Son más propensos a tener otros problemas crónicos de salud, como asma y diabetes, y corren el riesgo de desarrollar enfermedades mentales cuando son adultos.
El estudio citó datos recopilados entre 1994 y 2011 que mostraban que el número de niños con desórdenes mentales está creciendo. El estudió no concluyó los motivos del aumento, pero sugirió una mejoría en el diagnóstico como una posible explicación. Reuters