La escasez genera un negocio paralelo en Ciudad Bolívar

La escasez genera un negocio paralelo en Ciudad Bolívar

Las largas colas, la escasez de bolsas y el temor de los usuarios en dejar en la intemperie los paquetes que en los supermercados no permiten pasar, ha creado un nuevo negocio en Ciudad Bolívar. La creatividad de algunos los llevan a alquilar sillas para quienes esperan en las filas, vender bolsas para cargar con los productos que compran y ofrecer vigilancia extrema de los productos antes adquiridos, publica Correo del Caroní.

Carolina Maffia

Ya no basta con solo hacer una cola frente a los supermercados. Ahora, para poder comprar aquellos rubros que han escaseado, y que no se consiguen a precios regulados, se hace indispensable tener un “ticket”.





Y es que ya muchos supermercados en la capital bolivarense han optado por aplicar esta “modalidad” de venta, y evitar se genere desorden frente a sus puertas. Sin embargo, esto no ha impedido que sigan las largas colas, y menos las peleas, empujones, insultos e improperios entre consumidores desesperados por adquirir los rubros regulados.

La situación ha llevado a que muchos consumidores se agolpen frente a los supermercados, mucho antes que éstos abran sus puertas. Ayer, desde la madrugada ya un nutrido grupo de personas esperaba en la entrada de una conocida cadena de supermercados, donde se registró la llegada de un cargamento de papel higiénico, pasta, leche en polvo, margarina y aceite de maíz.

La venta estuvo condicionada a un ticket, que permitía llevar un litro de aceite, una margarina de 1 kilogramo, dos bolsas de leche de 900 gramos, un paquete de papel toalé de doce rollos, además de café y pasta, que sumaban un total de 173 bolívares.

B1Papel2Papel toalé, aceite, margarina y leche siguen generando “peleas” y desesperación en centros de comida

“Esto es horrible. Deberían venir las autoridades a ver el horror que uno pasa haciendo una cola, donde lo empujan y golpean a uno por poder comprar un kilo de leche y un paquete de papel de baño en este supermercado, que dicen que es del gobierno”, manifestó Yamilet González, una de las muchas consumidoras que este martes estuvo en cola.

El papel higiénico, así como el aceite y la leche, se convirtieron, ayer, en los rubros regulados más buscados entre los consumidores. María Ramos aseguró, que aun cuando el calor y el cansancio minaban sus fuerzas en una cola que se inició mucho antes que saliera el sol, logró comprar papel higiénico y leche en polvo que, desde hacía mucho, no había conseguido de manera regulada en abastos y supermercados.

“Negocio” tras colas
Las colas que se generan frente a los supermercados por los rubros regulados han dado paso a otros “negocios”, como el alquiler de banquitos, la venta de bolsas y hasta el “guarde” o “cuidado” de compras.

“Es un buen negocio, y me ha ido bien, alquilo banquitos y cuido las compras”, asegura un joven, quien prefirió no revelar su nombre por temor a que su negocio sea intervenido. Los banquitos se alquilan por 10 bolívares y las compras se guardan por cinco. “Cinco por cada bolsa”, asegura.

En un día -indica- ha logrado alquilar 20 banquitos, y guardar más de diez bolsas. Afirma que todo se ha convertido en un “negocio” lucrativo para quienes se encuentran en las inmediaciones de los supermercados. Hasta los vendedores de “raspao” han logrado aumentar en un día de colas sus ganancias, pues, sólo un vasito tiene un costo de Bs. 10.

La venta de bolsas, también, se ha convertido en un negocio rentable, máxime, cuando la conocida cadena de supermercado asegura que no cuenta con bolsas para las compras. “Dos bolsas por cinco bolívares”, se escucha entre la cola a los voceadores de este producto. La existencia de estos vendedores prolifera en las inmediaciones de estos supermercados.

“No hay bolsas”, se lee en un aviso frente a una de las cajas en el Supermercado Día a Día, donde desde hace un mes los clientes deben llevar sus bolsos para cargar sus compras. ¿La razón? Según, falta de insumos.

Por carne

La necesidad de comprar carne regulada no se hizo esperar tampoco entre los consumidores que, ayer, también se volcaron sobre otro conocido supermercado bolivarense. Y es que en el antiguo Cada, ahora Abastos Bicentenario, se ha vuelto una costumbre la presencia de una multitud de personas que buscan adquirir productos a precios regulados.

Para este martes, el retraso en la venta de carne de res y otros rubros provocó descontento, donde el forcejeo y empujones no faltaron entre los presentes.