El cambio de Francisco Rodríguez a los Orioles de Baltimore tiene aspectos positivos para ambas partes. El equipo consigue reforzar su débil bullpen con un brazo de 1.09 de efectividad, y el criollo pasó de un conjunto sotanero a uno con aires de postemporada. Hasta aquí, todas son buenas noticias, informa liderendeportes.com
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Sin embargo, el “Kid” tendrá que lidiar ahora con un factor que no estaba en su contrato, pero que afecta en cierta medida a los brazos que integran el róster de los oropéndolas. El nido del equipo, el Camden Yards, en Baltimore, es uno de los estadios más propensos a los cuadrangulares en las Grandes Ligas. Esa es una variable que no puede controlar el venezolano.
En las siete temporadas que Rodríguez vio acción en la Liga Americana, todas con los Angelinos de Los Ángeles, lanzó en catorce oportunidades en la casa de los Orioles.
En 13.2 entradas ponchó a quince, pero también le hicieron siete carreras y le dieron cuatro cuadrangulares, para una alta efectividad de 4.61.
El “Kid” de esos años tuvo efectividad de 2.35 en su larga pasantía con los Angelinos, pero no le salieron bien las cosas cuando le tocó visitar la ciudad de Baltimore.
Según la página web Home Run Tracker, de ESPN, el Camden Yards fue el segundo estadio donde más se conectaron vuelacercas la temporada pasada (226 en total, 2.79 en promedio).
Este año se incrementó a 2.82 por choque, pero hay que recordar que los Orioles tienen en su alineación a Chris Davis (37 HR), Adam Jones (20), JJ Hardy (17) y Matt Wieters (14).
La efectividad del pitcheo de los oropéndolas cuando están en su feudo es de 4.28, la tercera peor de la Liga Americana. Contra este elemento tendrá que luchar el lanzador venezolano para triunfar en un escenario poco amigable para los escopeteros.