Boob Jam promete senos más reales en los videojuegos


Todo comenzó con un chiste en Twitter. “¿Qué pasaría si hubiese un juego de computador que empieza con una sexy mujer que está comprando un sostén y termina con ella llorando porque no encuentra uno que le calce?”, preguntó la propagadora del mundo de los videojuegos Jenn Frank.

“Todos pensaron que estaba bromeando”, cuenta Frank.  “Hasta yo pensé que estaba molestando. Y dos horas después estaba armando un sitio web para eso”.

La idea es que en los nuevos juegos retraten situaciones como las que viven las mujeres cuando deben acudir a una mamografía.
Frank se refiere al Boob Jam, el evento de dos días en el que desarrolladores pasarán en vela buscando los detalles, objetivos y obstáculos del mencionado juego con “senos reales”. informó Wradio





“Hasta ahora”, dice, “la discusión sobre los pechos en los videojuegos los ha entendido como un objeto sexual para quienes no los tienen, generalmente los hombres”. Y precisa que en ese contexto se conversa sobre “senos grandes”.

“Seguimos hablando de manera circular sobre esta parte del cuerpo humano”, asegura.

Y Boob Jam tiene como objetivo socavar esto, desmitificar los pechos y quitarlos de esa rincón donde, al parecer, los han puesto los desarrolladores de videojuegos hasta ahora.

“Esa es la regla implícita de Boob Jam”, afirma Frank, quien es académica de historia y cultura del videojuego.

Los juegos que se intentan producir mostrarán los senos como algo más que un objeto sexual. De ahí la sugerencia de un videojuego sobre la búsqueda frustrante de un sostén o el temor con el que cualquier mujer acude a una mamografía.

La llamada prueba Bechdel es un test informal que evalúa si una obra de ficción tiene al menos dos mujeres con nombre que hablan entre ellas de otra cosa que no sea un hombre. Por ejemplo, puede servir para juzgar si una película está sesgada en su representación de los géneros.

Y pocos son los títulos de videojuegos que hoy la pasarían, según los críticos.

Cambian los tiempos

En los últimos 15 meses, asegura, se ha producido una enorme cantidad de campañas para lograr que los fabricantes de juegos cambien la forma en que se representan las mujeres.

“Boob Jam es sólo uno de los muchos intentos de avanzar el debate y cambiar la estética”, explica Kennedy.

Esta tendencia ha producido videojuegos sólo para mujeres y ha creado grupos de interés que ayudan a las mujeres a desarrollar habilidades para trabajar en la industria, que está dominada por hombres.

Ha habido una campaña en Twitter centrada en el hashtag #1reasonwhy, se ha encontrado financiación para una película sobre mujeres que juegan y la feminista canadiense-estadounidense Anita Sarkeesian realiza un estudio a largo plazo sobre las formas en las que lo femenino es retratado en los videojuegos.

Kennedy asegura: “Estamos en el proceso de un gran cambio en la cultura de los juegos”.

Habrá que ver a Lara Croft dentro de diez años.