La violencia en Egipto incomoda al Vaticano

Foto: EFE/Giro Mais

La ola de violencia que sacude Egipto ha puesto al papa Francisco y al Vaticano en una posición incómoda: si bien la jerarquía insta sin cesar al diálogo y la reconciliación, en el terreno los cristianos coptos no esconden su apoyo a la policía y el ejército. AFP

La grave situación en Egipto se está convirtiendo en la piedra en el zapato para el papa argentino debido a la amenaza que representa para los cristianos de esa región el creciente extremismo musulmán.

Mientras el patriarca de la pequeña comunidad católica copta de Egipto, Ibrahim Isaac Sidrak, manifestó el lunes su apoyo “firme, consciente y libre” a la policía y a las fuerza armadas de su país “por los esfuerzos que realizan para proteger Egipto”, el Vaticano denunció la represión oficial y mantiene una posición más prudente.





Los coptos, que representan entre el 6% y el 10% de la población egipcia, tuvieron una activa participación en el movimiento popular que llevó al derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi por parte del ejército.

El clero copto también apoyó la destitución de Mursi.

“No se trata de un conflicto político entre sectores diferentes, sino de la lucha de los egipcios contra el terrorismo”, aseguró el patriarca de los coptos de Alejandría.

La llegada en marzo de Francisco al Vaticano fue bien vista por los musulmanes y rompió el clima frío que dominaba con Benedicto XVI .

Durante su breve pontificado, el papa argentino ha hecho varios llamados a favor del respeto mutuo entre cristianos y musulmanes, ha fomentado la reconciliación y llegó a suplicar a Egipto que rechace cualquier tipo de violencia en nombre de la religión.

El cardenal Leonardo Sandri, prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, resumió el lunes la posición de la Santa Sede.

“El renacimiento de Egipto debe surgir del respeto recíproco de todas las religiones. No se puede hacer uso de la fuerza, la violencia, el terrorismo o el poder militar para resolver asuntos que conciernen la fe”, afirmó.

No deja de sorprender que la declaración combine en la misma frase “terrorismo islamista” y “poder militar”, pese a que los cristianos egipcios consideran a los militares como sus protectores.

La iglesia copta católica es blanco de ataques de los Hermanos Musulmanes y denunció a los partidarios de Mursi por haber atacado e incendiado unas 58 iglesias e instituciones cristianas.

El padre Rafic Greiche, portavoz del episcopado católico egipcio, espera que el Vaticano logre establecer un diálogo entre Estados Unidos y Europa para que entiendan que en Egipto se está llevando a cabo una guerra contra el terrorismo.

En declaraciones a la agencia I-Media, el religioso invitó a Naciones Unidas y al Consejo de Europa a evitar tomar medidas contra el nuevo gobierno y a no recortar la ayuda.

“Como cristianos preferimos que Occidente no intervenga. Para los Hermanos Musulmanes una intervención extranjera justificaría el regreso del régimen de Mursi”, comentó.

Para la Santa Sede es importante mantener su presencia en ese país, después del éxodo de católicos registrado en Irak y Siria.

Los católicos coptos de Egipto son 250.000, mientras los ortodoxos coptos suman entre 6 y 7 millones.