Omar Ávila: La Ley Habilitante es una aberración de la antidemocracia

Omar Ávila: La Ley Habilitante es una aberración de la antidemocracia

“Maduro insiste en que la lucha contra la corrupción se hará efectiva si le aprueban una Ley Habilitante en la Asamblea Nacional en donde no cuenta con los 99 votos constitucionales para tal efecto”, dijo  el secretario general nacional de Unidad Visión Venezuela, Omar Ávila.

Señaló el dirigente político que aunque Nicolás Maduro sigue con el tema, ya anuncia que presentará la iniciativa una vez inicie el segundo período ordinario de sesiones del parlamento. “Reiteramos que esta no es una batalla genuina, porque desde donde más daño se le hace a una nación con la corrupción es desde el propio Estado, con el uso indiscriminado de sus recursos para beneficio propio, con la negativa a abrir investigaciones luego de denuncias fundadas, con la complicidad del manejo de investiduras, poder y cargos para favorecer a determinada corriente. En definitiva, la Ley Habilitante es una aberración de la antidemocracia, que nada la justifica y que definitivamente quien gobierna, no legisla”.

Agregó que en reiteradas oportunidades se han presentado elementos que se han visto como naturales durante los últimos quince años en el país y que son responsabilidad exclusiva de quienes están al frente de un gobierno que ha convertido esa corrupción en deterioro de servicios públicos, en falta de mantenimiento en vías de comunicación, infraestructuras, menos salud, escasez, inflación e incluso la propia inseguridad, reconocida como el principal problema del país.





“Estas son las verdaderas angustias de los venezolanos: salir al metro y que haya retraso porque no hay suficientes trenes en buenas condiciones o sin que sirvan las escaleras mecánicas o el aire acondicionado, ver dañarse los electrodomésticos que con gran esfuerzo adquiere por los continuos apagones y fallas de electricidad o bajones, hacer dos horas de cola en un mercado para conseguir aceite, papel higiénico o arroz, y más aún, saber que la violencia es indetenible y enluta a tantas familias en el país sin que haya ni prevención ni castigo para los responsables”.

Es por ello que Ávila considera que este gobierno no tiene voluntad ni tampoco moral para enfrentar un compromiso de tal magnitud, “y es por eso que creemos que la real intención es el afianzamiento de la persecución política de sus adversarios y de incluso militantes o dirigentes de su propio partido que le pueden incomodar”.

Avance en la implantación de la hegemonía comunicacional del gobierno

En otro orden de ideas, Omar Ávila hizo referencia al caso del canal de noticias Globovisión, comprado hace meses, y recalcó que es una muestra más de que el sector oficial está dispuesto a invertir cualquier esfuerzo y mecanismo en su plan de censura a los medios de comunicación, que disfraza de ‘hegemonía comunicacional’.

“Las presiones económicas y jurídicas que asfixiaron el canal y que llevaron a su venta, son producto de una gestión gubernamental a la que le interesaba callar las denuncias, las críticas, los contrastes de los largos discursos con las obras de gobierno y es así como se practicó un nuevo cierre de un canal de televisión, solo que esta vez por una vía distinta a la utilizada con RCTV, para evitar el impacto de un solo golpe con su respectivo costo político. Este Gobierno cerró siete canales, así como a también cerró 36 emisoras de radio, ha censurado y multado a impresos como El Nacional y Tal Cual, solo por recordar 2 de los casos más recientes”.

A su juicio, el gobierno no iba a permitir la venta del canal a nadie que no garantizara un evidente cambio en su línea editorial. “Recordemos que estas transacciones deben ser aprobadas por Conatel, instancia a través de la cual se abrieron procesos administrativos y se impusieron multas. La desaparición de programas y la salida de rostros icónicos son parte de esa conversión que se ha requerido y se ha planteado con el nuevo canal, que mantiene el nombre, pero no mucho más”.

Por último manifestó: “Es tarea de nosotros como dirigentes políticos respetar y defender los espacios comunicacionales que se mantengan, así como reflexionar a partir de la nueva realidad audiovisual del país en las mejores y más efectivas formas de hacer llegar nuestros mensajes y propuestas a la gente, que no es otra que el contacto persona a persona, haciendo política en la calle, acompañando a la gente en sus barrios, en sus calles, en sus sufrimientos al enfrentar el día a día, para interpretar ese sentir y no decaer en la oposición democrática que no dejaremos de hacer”. Concluyó Omar Ávila.