Expertos de la ONU en armas químicas llegaron a Líbano

Expertos de la ONU en armas químicas llegaron a Líbano

Expertos de Naciones Unidas que investigan un ataque con gas venenoso en Siria salieron del país el sábado, allanando el camino para que Estados Unidos lidere ataques militares para castigar al presidente Bashar al-Assad.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo que su país, que tiene cinco destructores armados con misiles en la región, planea una acción militar “limitada, estrecha” para castigar a Assad por una ataque que, según Washington, mató a 1.429 personas.





“No podemos aceptar un mundo en que mujeres, niños y civiles inocentes sean envenenados con gases en una escala terrible”, dijo Obama el viernes después de presentar un informe de inteligencia que concluyó que las fuerzas de Assad eran responsables del ataque.

El ataque del 21 de agosto -el más mortal desde que estalló la guerra civil siria y el peor uso de armas químicas del mundo desde que el iraquí Saddam Hussein gaseó a miles de kurdos en 1988- ha alentado a un reacio Washington a usar la fuerza tras dos años y medio al margen del conflicto.

Tras presentar el caso en un discurso televisado, el secretario de Estado, John Kerry, habló el viernes por teléfono con los ministros de Asuntos Exteriores de Reino Unido, Egipto, Alemania, Holanda, Nueva Zelanda, Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, así como con el secretario general de la Liga Árabe.

Kerry y otros altos funcionarios estadounidenses realizarán el sábado una reunión informativa clasificada para senadores demócratas y republicanos, dijo la Casa Blanca.

Está previsto que Francia se una a los ataques de Estados Unidos.

“La masacre química en Damasco no puede y no debe quedar impune. De otro modo corremos el riesgo de una escalada que trivializaría el uso de estas armas y pondría a otros países en peligro”, declaró el presidente francés, François Hollande, el viernes.

El equipo de expertos de la ONU llegó el sábado a Rotterdam, Holanda, tras viajar por carretera desde Damasco al aeropuerto internacional de Beirut. No se esperaba intervención occidental mientras estuvieran sobre el terreno.

Los inspectores volverán a la sede de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas en La Haya y las muestras que recolectaron en Siria serán distribuidas entre varios laboratorios para someterlas a pruebas.

El quipo de 20 miembros había llegado a Damasco tres días antes del ataque del 21 de agosto para investigar acusaciones previas.

Tras varios días encerrados en un hotel, visitaron varias veces zonas donde supuestamente se produjeron los ataques y tomaron muestras de sangre y tejidos de las víctimas en suburbios de Damasco controlados por rebeldes, y de soldados en un hospital gubernamental.

Otras agencias de la ONU han retirado personal de Siria, y varios países han advertido a sus ciudadanos que no viajen al vecino Líbano.

“La mayor parte del personal de nivel medio y no esencial se marchó el jueves. Los jefes de varias agencias se han quedado, junto con un grupo reducido de personal local”, dijo una fuente de la ONU desde Damasco el sábado.

Washington dice que no necesita esperar al informe de los inspectores, ya que está seguro de que cierto tipo de gas venenoso fue usado y está convencido de que las fuerzas de Assad son responsables. El mandato de los inspectores es determinar si se usaron sustancias químicas, no quién lo usó.

Las encuestas muestran que la intervención militar es impopular en Estados Unidos, Francia y otros países occidentales. Obama reconoció que los estadounidenses estaban “cansados de guerras” tras 12 años de conflicto en Irak y Afganistán, las más largas en la historia de Estados Unidos.

PROVOCACIÓN REBELDE

Este cansancio costó a Washington el apoyo de su aliado más próximo. Reino Unido también ha respaldado una acción, pero se vio forzado a dar marcha atrás luego perder una votación en el Parlamento el jueves.

Kerry dijo que Washington debe actuar para protegerse a sí mismo y sus aliados, incluidos los vecinos de Siria -Turquía, Jordania e Israel- del futuro uso de armas prohibidas.

“Si elegimos vivir en el mundo donde un rufián y un asesino como Bashar al-Assad puede envenenar con gases a miles de civiles de su propio pueblo con impunidad”, eso envalentonaría a otros, como Irán, Hezbollah o Corea del Note, dijo Kerry.

Siria y su principal aliado Rusia afirman que los rebeldes que luchan para derrocar a Assad perpetraron los ataques con gas como una provocación. Moscú ha usado en reiteradas oportunidades su poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear acciones contra Siria y dice que cualquier ataque contra el país sería ilegal y sólo avivaría la guerra civil.

“Estoy convencido de que (el ataque químico) no es más que una provocación de aquellos que quieren arrastrar a otros países al conflicto sirio”, dijo el presidente Vladimir Putin.

El Ministerio de Exteriores sirio volvió a negar que el Gobierno hubiera usado armas químicas contra su propio pueblo. Las acusaciones de Kerry eran “un intento desesperado” de justificar un ataque militar. “Lo que dijo son mentiras”, sostuvo el ministerio.

Washington dice que la negación siria no es creíble y que los rebeldes no tienen capacidad de lanzar un ataque de esas características.

Turquía respalda el uso de la fuerza. La Liga Árabe, cuyos miembros principalmente se oponen a Assad, ha dicho que Siria es culpable del ataque con sustancias químicas pero hasta el momento no ha llegado a respaldar explícitamente un ataque militar occidental.

Los ministros de Relaciones Exteriores de la Liga tienen previsto reunirse en El Cairo el domingo.

Irán, el principal aliado de Assad en la región, ha condenado los planes de ataque y advirtió de una guerra más amplia.

(Reporte adicional de Denis Dyomkin en Vladivostok, Khaled Yacoub Oweis en Ammán y Roberta Rampton en Washington. Traducido por la Redacción de Madrid. Editado por Patricio Abusleme vía Mesa Santiago)