Una sombrilla gigante para proteger del rascacielos que derritió un Jaguar

Una sombrilla gigante para proteger del rascacielos que derritió un Jaguar

Un andamiaje temporal cubre desde hoy el rascacielos de Londres que en los últimos días ha provocado daños en vehículos y comercios por los rayos de sol que se reflejan en sus cristales.

El particular diseño cóncavo de la fachada del edificio de 37 plantas, en la fase final de su construcción, hace que la luz se concentre en algunos puntos de las calles aledañas y ha provocado un pequeño incendio en una peluquería y derretido el espejo retrovisor de un vehículo Jaguar, entre otros desperfectos.

La constructora Land Securities, a cargo del rascacielos, apodado el “Walkie Talkie”, se comprometió a cubrir las reparaciones necesarias así como a evaluar de nuevo su proyecto arquitectónico para evitar que continúe produciéndose el efecto.





“Nos hemos puesto en contacto con los comerciantes de la zona para mantenerles informados y hemos contado con sus comentarios para decidir el curso de acción necesario”, señaló un portavoz de la compañía.

La empresa señaló que ha hablado con Martin Lindsay, el conductor de un Jaguar que aseguró que los reflejos del rascacielos han dañado su automóvil, y afirmó que “como gesto de buena voluntad” cubrirá “los costes de la reparación”.

Como medida provisional, además, Land Securities ha construido una gran pantalla temporal para evitar que los rayos del sol continúen reflejándose en los ventanales del rascacielos.

El “Walkie Talkie”, que debe quedar terminado a finales de año, según las previsiones que manejaba hasta ahora la constructora, está valorado en 200 millones de libras (234 millones de euros). EFE

Sombrilla

Los responsables del rascacielos de la City londinense conocido como el «Walkie-Talkie» por la curvatura de su fachada han decidido instalar una pantalla enfrente para proteger a su entorno del inesperado efecto del reflejo del sol en sus cristaleras. El edificio, en el número 20 de Fenchurch street, ha derretido ya partes de un Jaguar aparcado frente al rascacielos y ha causado daños en comercios vecinos por un fenómeno equivalente a encender un fuego con un espejo parabólico, publica abc.es.

Los promotores del edificio han instalado este martes en la calle una pantalla de tres metros de alto y cuatro de largo a modo de enorme sombrilla frente a la fachada principal, con la esperanza de que neutralize el fenómeno. Esta semana se espera que las temperaturas en Londres superen los 30 grados, en una época del año en la que la elevada posición del sol en el cielo habría agravado el efecto.

«Esta solución debería minimizar el impacto en el nivel local en las próximas dos o tres semanas, después de las cuales se espera que el fenómeno desaparezca», explican los promotores. Mientras se aferran a que los más habituales cielos grises se apoderen de la ciudad, aseguran que están evaluando también «soluciones más al largo plazo para asegurarnos de que no se repite en el futuro».

El dueño del Jaguar, compensado

El empresario Martin Lindsay aparcó el jueves pasado su Jaguar frente al «Walkie-Talkie». Cuando regresó dos horas después, se encontró la cara pasmada de un fotógrafo que retrataba su coche. El marco de una puerta trasera, un retrovisor y la insignia de Jaguar se habían derretido parcialmente por el reflejo del rascacielos. «No me lo podía creer», explicó. Los promotores del edificio le han compensado ya por los daños.

«Si un edificio crea una curva suficiente con una serie de ventanas planas, que actúan como espejos, los reflejos convergen todos en un mismo punto, enfocando y concentrando la luz», explica el físico Chris Shepherd a la BBC.

Como medida de precaución, las autoridades del distrito financiero londinense han prohibido el aparcamiento en las tres plazas situadas en la diana del «rayo de sol mortal», como lo denominan algunos vecinos. Otros comercios de esa misma acera han denunciado daños en la pintura de sus establecimientos, e incluso un incendio en el felpudo de acceso a la peluquería Re Style.

El edificio, todavía en construcción, ha costado unos 250 millones y es obra del arquitecto uruguayo afincado en EE.UU. Rafael Viñoly. Aprobado en noviembre de 2006, la altura planificada inicialmente de 200 metros fue reducida a los 160 metros finales para reducir el impacto visual sobre la cercana catedral de St. Paul y la Torre de Londres. Será inaugurado el año que viene.