Federico A. Black: Pero tenemos Patria

Federico A. Black: Pero tenemos Patria

Fue el ex Presidente Chávez con su habilidad única de voltear la opinión pública de cada uno de los tétricos estados por los que ha pasado Venezuela, donde empezaron a desaparecer artículos que ciertamente no era de necesidad primordial para la vida y desenvolvimiento de cada ciudadano, hasta que en su mandato comenzó el país a vivir cual época pasada cambiando electricidad por luz de velas.

Fue el mismo Presidente, quien en cuanto mitin político daba (incluidas sus acostumbradas cadenas) se atrevía a vociferar “no importa que tengamos hambre, no importa que estemos descalzos. Acá se trata de defender la revolución” y lo más asombroso no fue escuchar semejante grito, sino luego escuchar a los asistentes repetirlo con plena convicción, como si se tratase que estaban frente a un individuo que los hubiese hipnotizado y es, que así había sido. Hasta migrar el sentir revolucionario por uno patriótico bajo el grito “Tenemos patria”.

Hoy, en el segundo “gobierno” de la adormecida y atrasada revolución bolivariana, conducida por un ser que no tiene madera para conducir ni siquiera una bicicleta, ha dado continuidad al sentir patriótico con la misma expresión y demostrando una vez más la poca o ninguna creatividad para inventarse a si mismo.





Resulta (y le hablo a los defensores del “tenemos patria”) que ni el pabellón criollo es nuestro, porque el arroz y las caraotas son importadas, al igual que la carne que nos envía Brasil y si se antoja de comerlo con “baranda” tendrá que depender de los bielorrusos que producen plátano al sur del lago de Maracaibo. Pero ¿saben qué? ¡TENEMOS PATRIA!

Ya ni soberanía energética tenemos, porque hasta estamos importando gasolina al mismo “imperio Yankee” al que se critica día a día, pero a fin de mes esperan que mande su cheque en dólares como pago del petróleo vendido, pero seguro viene con un descuento, porque resulta que les estamos comprando un promedio de 100.000 barriles de gasolina DIARIOS para poder satisfacer el consumo interno. Valga fortuna que estamos perdiendo en esa operación, pues compramos gasolina a más de 100 $ el barril, pero el Estado luego subsidia para vender al mismo precio de siempre, porque tiene pavor a tocar el precio de la gasolina. Pero, ¡TENEMOS PATRIA!

Antes, en la mal llamada cuarta República, Venezuela vendía electricidad a los países vecinos y hoy en día es todo lo contrario. Tanto así, que cuando hace un par de semanas se generó el apagón en 14 estados del país, léase bien 14 ESTADOS DEL PAIS, dependimos de Colombia para que suministrara electricidad y dar energía a la región andina venezolana. ¡TENEMOS PATRIA!

Hasta el papel tualé, que tanta joda vivió entre los venezolanos (que nos caracterizamos por sacar un chiste de todo) es una dependencia de Argentina que a principios de julio nos vendió nada más y nada menos que 50 millones de rollos de papel higiénico (ni 2 rollos por cada venezolano) para calmar el escándalo que significó semejante escasez en pleno siglo 21, pero ¡TENEMOS PATRIA!

Es que ni el petróleo es nuestro, porque una herencia de Chávez fue el famoso fondo chino por más de 36.000 millones de dólares de los que supuestamente hemos cancelado 20.000 millones con petróleo, pero si hurgamos en las noticias, conseguiremos que los chinos se han quejado del petróleo recibido, porque no cumple con los estándares negociados, por lo que PDVSA ha tenido que ir a otros mercados a COMPRAR petróleo para enviar a China y así honrar la deuda.

Con todo esto, que no es más que una minúscula parte de cómo la “revolución patriótica” ha enajenado todo lo que teníamos y ha ido acabando cada día con lo poco que nos queda. ¿Podemos decir realmente que tenemos patria?

Federico A. Black B.

@Federicoblackb