El cerro Ávila es conocido por ser el pulmón vegetal de Caracas, el lugar donde muchos vienen a ejercitarse y pasar un rato agradable rodeado de naturaleza y aire fresco, pero el Ávila esconde un oscuro secreto, sus caminerias y recovecos no sólo sirven para lo que antes describimos sino que algunos utilizan la “intimidad” que brinda el parque nacional para dar rienda suelta a su apetito sexual.
Con información de NoticieroDigital
Así lo relata una visitante quien con cámara en manos saca a la luz, el “Lado porno” del Guraira Repano:
Hoy me desperté un poco malita sin embargo una amiga me convenció de subir El Ávila como a eso de las 10 am.
Llegada la hora entramos por Sabas Nieves y en vista de que anoche me tome unos traguitos y no tenia muy buenas condiciones le dije mi amiga que subiéramos pero muy despacito jaja
Mi amiga muy sabia me dijo que mejor subiéramos para Quebrada Pajaritos porque la subida es menos fuerte, acepte la sugerencia.
Comenzamos a subir y tomamos hacia la derecha (a la izquierda se sube hacia Sabas Nieves y loma serrano) luego en el puentecito cruzamos a la derecha hacia Quebrada Quintero, como a 300 metros me dan como nauseas y me fui a la orilla del camino hacia este lugar
Un sitio con varios caminitos que hay antes de cruzar a la izquierda y llegar a Quebrada Quintero, me recosté de una baranda hecha de palos y ahi esperando a sentirme mejor me di cuenta de algo que jamas en mi vida me hubiese pasado por la mente (por lo menos en esas proporciones) .
El lugar estaba repleto de preservativos usados, evidencia de que la zona bosquosa es utilizada para innumerables encuentros sexuales. Aparente el Ávila es más que el pulmón de Caracas.
