Guía para lograr tener sexo con tu amiga

Este artículo no debería sorprender a nadie. Todos los hombres tenemos a una (o varias) amiga(s) a la que le tenemos ganas (como decía esa cuña argentina de Sprite).

La cuestión es: ¿cómo transgredir esa frontera de la amistad sin quedar como un idiota? ¿Cómo lograr que ella quiera lo mismo que tú quieres? ¿Cómo lograr que ambos se digan a sí mismos la siguiente mentira: “a veces la amistad está sobrevalorada”?





¿Recuerdan el episodio de Seinfeld en que Jerry y Eleaine acuerdan ser “amigos con derechos”, establecen una serie de normas que en un principio ambos estaban de acuerdo en cumplir y luego todo sale mal? Bueno, los siguientes consejos que te daremos llevan precisamente a evitar esa situación de confusión done, por probabilidades, tú llevas las de perder y quedar como el “malo” de la situación.

En primer lugar: no lograrás compartir la cama con ninguna mujer si no la haces sentir especial

No puedes pretender plantearle de buenas a primeras el posible escenario a tu amiga donde van a tener sexo como si hablaran de una transacción monetaria. De una manera u otra, debes dejarle claro que le pareces atractiva, que ella tiene algo que te encanta y que te fijaste en eso desde el primer día en que la conociste, a pesar de que luego se desarrolló entre ustedes una amistad… probablemente por razones que tú no controlaste (tenías novia en ese momento / ella tenía novio en ese momento).

En fin, dile que es atractiva. Dile que es interesante. Dile todas las cosas que te gustan de ella. Escúchala y demuestra interés por sus cosas. Sólo así ella podrá empezar a verte de manera distinta.

Segundo: sé cariñoso, un poco más de la medida justa, pero sin exagerar

¿Cómo lograr esto? El medidor más exacto es el abrazo. Recuerda que la excitación sexual de ellas depende de los estrógenos y la oxitocina. Al librarse en su organismo, producen una sensación de bienestar y confianza. Abrazarla durante unos 20 segundos ocasionalmente podría hacer que ella se vaya sintiendo atraída cada vez más hacia ti.

Pero no exageres: no quieres ser el amigo “baboso” y “tocón” que no pierde oportunidad para meter sus menos donde no debe.

Tercero: diviértanse juntos (esto es obligatorio)

Haz que se olvide de sus preocupaciones. Llévala a un sitio donde ambos puedan pasarla bien y en un terreno propicio donde la frontera de la amistad entre en un estado ambiguo: desde un parque de diversiones para “rememorar” la infancia hasta ver una película divertida que puedan comentar luego (es muy valioso si compartes el humor con tu amiga, casi imprescindible).

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