Intensas lluvias dejan 40 muertos y 20 mil familias damnificadas en Bolivia

Foto Telam

Una intensa temporada de lluvias en Bolivia, que obligó al gobierno a declarar emergencia nacional, dejó hasta ahora unos 41 muertos desde septiembre pasado, según recuentos provisionales extraoficiales, además de 20.000 familias damnificadas.

El poder Ejecutivo decretó el lunes emergencia nacional para movilizar personal civil, tropa militar y disponer de mayores recursos financieros estatales para asistir a los damnificados.

El poblado amazónico de Rurrenabaque, de nutrido movimiento turístico, al norte de La Paz, ha soportado el mayor costo de las lluvias, pues un alud, ocasionado por los fuertes aguaceros, sepultó allí el sábado a 10 personas, entre ellos cuatro soldados marineros.





Los últimos dos cuerpos del siniestro fueron descubiertos este martes y sepultados hoy mismo, según fuentes del Ministerio de Defensa.

El alcalde de ese poblado, de unos 14.000 habitantes, Yerko Núñez reportó desde el lugar que “estamos en este momento retirando el cuerpo de un marinero que estaba ayudando (en las tareas de socorro). Con él suman 10 las personas fallecidas, estamos consternados”.

A falta de un balance oficial, medios locales hicieron un recuento provisional de al menos 41 muertos en los últimos cuatro meses.

El siniestro se registró luego de que toda esa región, de exhuberante vegetación, soportara una lluvia durante unas 12 horas.

La temporada de lluvias en Bolivia se extiende durante cinco meses, desde fines de septiembre hasta febrero.

Los problemas climáticos suelen comenzar primero en los Andes, con fuertes aguaceros que luego se desplazan hacia el este del país, en los llanos amazónicos, por donde desembocan la mayoría de los ríos bolivianos, enfilados hacia afluentes brasileños y el Amazonas.

En la región cocalera del Chapare, centro del país y cuna política del presidente Evo Morales, las autoridades de la gobernación del departamento de Cochabamba informaron que unos 11 ríos se han desbordado esta semana.

“La evaluación de la zona del trópico de Cochabamba es que han subido varios ríos y esto ha afectado a 8.721 familias afectando a la vez a 5.930 hectáreas en los cinco municipios”, informó de la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación, Cinthia Vargas, en diálogo con periodistas.

En San Ignacio de Moxos, otro poblado en la Amazonia, centro cultural indígena y religioso, unas 600 familias han sido reubicadas en templos y colegios, pues han abandonado sus casas, la mayoría chabolas, por la crecida de las aguas.

En los Andes, el gobernador de La Paz, César Cocarico, al igual que el poder Ejecutivo, declaró emergencia en su región, para movilizar personal civil y militar y destrabar recursos económicos para atender las emergencias.

Los temporales han activado medidas del gobierno para frenar una eventual escalada de precios de los alimentos o la escasez de los mismos. El gobierno dispone de reservas o, de lo contrario, importaría productos, aseveró el poder Ejecutivo.

“En los alimentos más importantes, como son el maíz, arroz, azúcar, (las estatales de alimentos) ‘Emapa’ e ‘Insumos Bolivia’ tienen reservas. Entonces el momento que haya escasez de alguna cosa, nosotros metemos reservas”, afirmó la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales.

Entre tanto, el estatal Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología pronosticó que las lluvias continuarán en febrero. AFP