Diez razones por las que no estás teniendo más sexo

Diez razones por las que no estás teniendo más sexo

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Esto quizás le suene familiar a algún decepcionado casanova: crees tener asegurado el éxito de tu noche porque una hermosa mujer aceptó tu invitación a tomarse un trago en tu casa. Pero luego de esa primera noche, ella no vuelve a atender tus llamadas o contestar tus mensajes. O después de unos primeros besos, ella se excusa bajo la trillada “tengo que levantarme mañana temprano” y te deja solo y decepcionado. Pero antes de culparla a ella, debes revisarte a ti mismo.

Tomando en cuenta la cantidad de nuevas plataformas que existen para conocer a otras personas y tener una cita, las mujeres no tienen reparos en rechazar a los pretendientes que no presten cuidado a ciertos detalles esenciales de la caballerosidad (o del sentido común). Por eso, si sientes que la intensidad de tu vida sexual se hunde como el Titanic, presta atención a estos consejos.

1. Tu snack de medianoche





Digamos que invitaste a una chica a tu casa y pasó o que tenía que pasar. Al final, ella decidió quedarse a dormir (¡nada mal la ha pasado!), pero tú no pudiste controlar tu hambre y decidiste hacerte uno de tus acostumbrados snacks con salami, queso y demás embutidos grasosos. Lo más seguro es que ella no haya querido acompañarte en esa segunda cena tardía, pero aún más seguro es que no sintió muchas ganas de volverte a besar con tu aliento a carne procesada y tus manos grasosas. Amigos, con ellas, en esas primeras noches, no está mal aplicar cierto ayuno.

2. La basura (y evidencia incriminadora) regada en tu hogar

Esto es un caso verídico, de la amiga de un amigo de mi amigo: ella y él se conocieron en un bar, congeniaron, se rieron, se abrazaron. Él le invitó otro trago, ella accedió. Él la invitó a su casa, ella accedió. Ella entro a su sala y vio como la basura no estaba del todo en el basurero, y cuando decimos basura no solo hablamos de residuos de comida sino también de envoltorios abiertos y preservativos usados. Ella más nunca volvió a verlo. Seamos serios, seamos limpios (y un poco más inteligentes).

3. Tus juguetes no-sexuales

Entendemos que algunos mantienen vivo ese niño geek que llevan por dentro. Que tengas un accesorio de Futurama o de Stars Wars en tu departamento no está mal. Hay para todos los gustos en el tema de decorar una casa, y como muchos somos básicos, ese accesorio gracioso en el baño de Homero Simpson puede hacerle gracia a tu invitada. Pero una cosa muy distinta es dejar que ese niño se externalice en todos los sentidos y que cualquier chica que invites se encuentra con una colección de juguetes (no sexuales) acomodados como si se tratara de un inventario de tienda de historietas. No, la vida no es como en The Big Bang Theory, Kaley Cuoco no va tocar tu puerta un día de estos.

4. Tu perro

No te alteres, no estamos diciendo que te deshagas de tu mejor amigo. Tu perro puede ser incluso el aliado perfecto para conocer mejor a una mujer, ya sea con el viejo truco de sacarlo al parque y que su adorable simpatía sea irresistible para algunas corredoras sexys, o porque el simpático recibimiento que le dará a tus invitadas las hará sentirse más cómodas en tu casa. Pero, por favor, cuando comience la acción en tu habitación, deja a al canino fuera del escenario. A ninguna mujer normal le gustaría un ménage à trois con tendencia zoofílica, tampoco tener a un espectador jadeando con la lengua afuera.

5. Tus sábanas

¿Sabes que debes cambiarlas, no? Una vez a la semana, lo más recomendable. Ninguna mujer te volverá a visitar si la hiciste desvestirse sobre varias manchas de pizza o de… ya sabes. Sentido común y, de nuevo, higiene.

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