Puyol deja congelado al mundo: El capitán se retira al final de temporada

Puyol

En una breve alocución que no dejó lugar a más preguntas, Puyol fue claro y concreto: “A fin de temporada rescindiremos el contrato y dejaremos sin efecto los dos años que quedan de contrato”. La señal del club había emitido en los minutos previos algunos clips con escenas de toda la carrera de Puyol en la institución, con la que ha estado relacionado a lo largo de casi dos décadas. EFE/AFP

“Quedan tres meses de competición, no me rendiré”
“No lo dejo ahora, quedan tres meses de competición, no me rendiré y lucharé hasta el final. No sé que haré después del 30 de junio, necesito descansar. Me gustaría hacer una rueda de prensa a final de temporada para despedirme de la gente que me ha acompañado en estos 19 años”. sintetizó el defensor en la rueda de prensa previa al entrenamiento de esta tarde en el club catalán.





“Tras las dos últimas operaciones, me está costando mucho recuperar el nivel que yo me exijo para continuar aquí, más de lo que yo me pensaba y más de lo que me dijeron los cirujanos. Por eso he tomado esta decisión”, señaló.
Dicho esto, se levantó y se marchó a entrenar.

Puyol, que el próximo mes cumplirá 36 años, tiene contrato con su club de toda la vida hasta 2016. El club había colocado en su cuenta de Twitter la convocatoria de prensa, sin más aclaraciones que el horario de la cita.

Puyol “mojó” ante Almería
Puyol, que marcó su primer gol en la temporada en el Camp Nou durante el último fin de semana contra el Almería, ha disputado esta temporada 12 partidos, entre la competencia de liga, la Copa y la Champions. Después de un largo proceso de recuperación, el capitán reapareció en partido oficial el 19 de octubre en un empate 0-0 con el Osasuna.

Este es el resumen del encuentro ante Almería, con el tanto del capitán blaugrana.

“Quiero jugar hasta los cuarenta, pero no pienso arrastrarme”, dijo convencido a finales de 2012 un Puyol que desconocía que estaba a punto de padecer un calvario por culpa de su rodilla, que le iba a hacer vivir la peor de las pesadillas, ya que al fin y al cabo ha sido su lastre.

El jugador ha sido muy sincero y directo siempre, incluso cuando ha podido aprovecharse de una ampliación de contrato, y su mentalidad responsable le ha llevado a frenar todas las negociaciones y ofrecerse al club en su máximo nivel.

Sucedió en su última firma, que detuvo porque se lesionó del brazo, y sólo cuando se recuperó su representante, Ramon Sostres, retomó las negociaciones para firmar el último acuerdo.

Incluso en éste, Puyol le dejó claro al anterior presidente, Sandro Rosell, que si no podía dar el 100 por cien de su capacidad, el acuerdo sería papel mojado porque no seguiría en el Barcelona, arrastrándose, como muchas veces ha subrayado.

“Les he dicho que yo quiero seguir jugando y tengo muy claro que no me voy a arrastrar. Puedo firmar uno, dos o cinco años, pero en el momento que no me sienta bien lo voy a dejar, aunque tenga contrato en vigor”, aseguró un Puyol convencido a finales del 2012 que quería retirarse en el Barcelona, pero sin ser una carga para el equipo de su vida.

Un jugador de las condiciones y carácter como Puyol, que en todas las acciones en el campo las vive al límite, perder ese punto de fuerza ha sido letal para un futbolistas cuya bravura está por encima de la técnica.

Con cuatro lesiones de rodilla y una reciente en el brazo, uno de los jugadores más respetados en el Camp Nou en los últimos decenios, no ha podido derrotar a uno de los rivales más inexpugnable que se le ha presentado como ha sido que su cuerpo le haya dicho basta.

La última vez que Puyol pasó por el quirófano fue en junio del 2013 cuando se operó de un quiste de Baker en la rodilla derecha -había pasado por el quirófano el marzo anterior; tres meses de baja-, que le mantuvo 220 días alejado de los campos, y regresó a mediados de octubre, con la temporada actual ya arrancada.

Con sólo 22 partidos jugados la temporada anterior, Puyol inició la presente con un nuevo técnico -el argentino Gerardo ‘Tata’ Martino-, que le recibió con los brazos abiertos, ya que depositó en él las máximas expectativas, ya que ante la paupérrima nómina de centrales dijo que Puyol debía ser como el fichaje en el mercado de invierno.

No obstante, el estado físico del jugador volvió a estar muy por debajo de sus expectativas y a pesar de ser titular en algún partido, nunca acabó por volver a ser el central indiscutible, al disputar sólo una docena de partidos (5 en Liga, 6 en Copa y 1 en la Liga de Campeones).

En su decimocuarta temporada como jugador del primer equipo, Puyol no podrá retirarse en su equipo a los 40 años. Su rodilla derecha le ha jugado una mala pasada, aunque en los tres meses que le quedan como barcelonista aspirará, entre los tres títulos a los que aspira el Barça, a sumar su vigésimo segundo título como culé.