La escasez también frena tratamientos contra cáncer

Resulta difícil comprender el estado de ánimo de una persona que padece cáncer. A la carga emocional se le suma las constantes molestias y dolores que se originan por la presencia de células malignas reproducidas de forma casi inmediata. Lisandro León, tiene 64 años. Luego de varios meses quejándose de profundo cansancio en sus brazos y piernas, acudió a un médico oncólogo que dio con el resultado. Posee un tumor cancerígeno en la médula ósea. Su tratamiento inició, pero desde hace algunos meses, la situación es cuesta arriba. laverdad.com / Henginely Huerta Duarte

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Su familia busca desesperadamente Etoposido Vepecid. El tratamiento solo puede aliviar de manera paulatina el dolor, al tiempo que frena un poco el avance de la enfermedad. Su hija, Dyleymi León, expresó. “El Gobierno debe tomar acciones mas concretas para que cese las escasez de insumos oncológicos. Son vitales para ayudar a muchas personas que ahora padecen de esta afección”. Publicaron varios anuncios en medios de comunicación zulianos a fin de dar con el medicamento.





Y es que situaciones como esta se viven a diario. En Venezuela, cerca de 55 mil casos se presentan cada año. La cifra es alarmante. La enfermedad viene dada en varios tipos. Cada uno de ellos requiere un tratamiento distinto. La Sociedad Venezolana de Salud Pública denuncia la falta de 17 medicamentos contra el cáncer en su inventario desde hace siete meses.

Las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS) están desabastecidas. Sus botiquines se encuentran a la espera de: Doxorrobucina Liposomal, Etoposido, Interferón Alfa, Panitumumab, Pazopanib, Ipilimumab, Crizotinib, Oprelvekin, Alkerán, Uromitexan, Paolonosetron, Sunitinib, Docetaxel, Vinblastina, Irinotecan, Tabectadina, Lenoladamina e Ifosfamida.

El Banco de Drogas Antineoplásicas (Badan), también registra inexistencia de medicinas cancerígenas. La lista enumera Doxorrobucina Liposomal, Etoposido, Interferón Alfa, Alkerán y Lenolodamina, mientras que los distribuidores de productos de salud llevan cuatro meses sin conseguir agujas para biopsias esterotáxica, agujas para biopsias por trucut, gastrónomos percutáneos y catéteres de puerto para quimioterapia por infusión continua.

Opiniones 

Para Dianela Parra, vicepresidenta de la Federación Médica de Venezuela, la falta de insumos farmacológicos contra el cáncer puede desencadenar consecuencias devastadoras. “Este asunto se debe resolver de forma inmediata. Desde el primer momento que el diagnóstico es positivo, el paciente tiene que recibir los cuidados necesarios, ya que no podemos predecir cuándo las células malignas se dispararán y causarán estragos”.

Explicó que el inventario de medicamentos contra el cáncer siempre debe estar dotado. “La compra de fármacos para esta enfermedad tiene que ser sistemática y no esporádica. Está demostrado que una buena quimioterapia a tiempo puede salvar vidas en casos de afecciones en las mamas, próstata y útero”.

José Félix Oletta, médico especialista en Medicina Interna, explicó que en la actualidad Venezuela enfrenta la situación mas comprometida en cuanto a insumos oncológicos. “Por lo general el paciente con cáncer requiere de tratamientos con quimioterapia. Las soluciones utilizadas deben tener componentes fijos que no pueden variar. La escasez obliga a realizar combinaciones de varios genéricos y esta situación hace que el resultado sea menor”.

El especialista aseguró que la falla debe ser resuelta por el Gobierno nacional. “Desde el año pasado no se hace liquidación de divisas. Personas que eligen comprar las medicinas en el exterior deben esperar entre 60 y 90 días para que el producto llegue al país, en este tiempo el paciente puede morir. Es un juego trancado. El Estado debe garantizar el derecho a la salud de todos los ciudadanos”, denunció.

Esta grave y triste realidad afecta a Lisandro León, así como a miles de venezolanos que se levantan cada día con la esperanza de conseguir el medicamento que pueda contrarrestar los efectos del cáncer. Algunos de ellos fallecen a la espera de insumos o de un quirófano. Es una situación de vida o muerte.

Anaqueles vacíos

La red Defendamos la Epidemiología Nacional, a través de comunicado de prensa, hizo un cuantioso recuento de tratamientos para diversos tipos de cáncer inexistentes en el mercado. Etoposido Vepecid, recetado para tratar la segunda línea de cáncer de ovario, sarcoma de kaposi y meloma múltiple, Interferón Alfa, indicado para cáncer de pulmón y tumores testiculares refractarios, Leucovarina (Folinato de calcio), tomado por pacientes con melanoma adyuvante, sarcoma de Kaposi y hepatitis crónica.

En las repisas tampoco se encuentra Taxotere, tratamiento sugerido para la primera línea de carcinoma renal metastásico, segunda línea del estroma gastrointestinal y segunda línea de tumores neuroendocrinos. Tensirolimus tampoco aparece por ningún lado. Es recomendado para el cáncer de pulmón con sobreexposición del gen ALX. Pacientes con cistitis hemorrágica inducida, necesitan solución de Vectibix de igual forma agotado, mientras que los afectados por Linfoma de Hodgkin, cáncer testicular y de vejiga sufren las consecuencias por la búsqueda incesante de Camptosar.

No hay planificación

Carlos Walter, director del Centro de Estudios del Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (Cendes), indicó que la problemática se originó por falta de planificación. “El sector público no actuó con anticipación para prevenir la escasez. Es un círculo de ineficiencia. Las políticas del presidente Nicolás Maduro necesitan estar orientadas a las mejoras de los mecanismos de gestión y adquisición de insumos oncológicos. Algunos se adquieren desde Cuba y tienen cerca su fecha de caducación por lo que se incineran”. Agregó que recientemente se repararon los servicios de radioterapias que tenían dos años paralizados. No descarta que por el tiempo que estuvieron sin uso, sus fallas puedan reincidir.

 

“De 497 pabellones, solo el 31 por ciento se encuentran operativos. El panorama nacional se eleva a un 69 por ciento de inactividad en las salas de operación”. José Félix Oletta, médico especialista en Medicina Interna.