“La necesidad me llevó a ser webcam girl”

“La necesidad me llevó a ser webcam girl”

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Tras una separación y con una hija pequeña a quien mantener, la colombiana Valeria Carolina decidió hacer striptease online. Ella comparte su historia con Hablemos de Sexo y Amor.

Por Hablemos de Sexo y Amor





“Yo trabajaba como enfermera, tenía mi pareja y mi hijita, pero hace dos años me separé, me fui a otra ciudad. Allá mi hermano y su esposa tenían un negocio de internet y ofrecían trabajo a mujeres para el chat, pero a mí me dijeron que eso no era para mí. Sin embargo, yo insistí y les pedí la oportunidad.

Me empezó a ir bien y ahí me quedé. No volví a dedicarme a la enfermería porque como modelo webcam me pagan más. Comparé y vi que con 4 sesiones de chat podía cubrir lo que ganaba como enfermera en un mes e incluso me quedaba más tiempo para compartir con mi hija.

Es prostitución

Cuando abro el chat se enciende la cámara web, sale mi imagen y los usuarios empiezan a entrar. Generalmente si estas quieta esperas a que te hablen y te pregunten qué clase de show haces o qué cosas puedes hacer.

Yo soy la que pone los límites. Converso, hago strip tease, me masturbo. Hay otros tipos de show más sucios como hacer pi o hacer po. Pero ese tipo de cosas no me gusta. Esos son los límites que yo pongo. Lo que sí suelo hacer es el juego de roles, soy a veces secretaria, a veces enfermera o la mujer sexy que se quita la ropa. Naturalmente si no han pagado yo no hago nada.

Yo considero que lo que hago es prostitución porque es proporcionarle a alguien placer sexual y te están pagando por ello. Obviamente tienes menos riesgos que cuando tienes contacto directo. No obstante puede ser peligroso, además de que tu imagen está circulando en todo el mundo en internet.

Los riesgos

Mi hija tiene 5 años y para ella sigo siendo su mamá enfermera. Pero es una niña inteligente y si me descuido podría enterarse. Yo no quisiera que se entere. Si en algún momento yo veo que esto puede perjudicarla, yo paro.

Mi hermano sabe lo que hago y me apoya mucho para que pueda independizarme. De hecho, gracias a él me he librado de la explotación que sufren otras modelos ya que estar en el negocio implica el pago a terceros.

En ese sentido estoy en una posición privilegiada. No dependo de proxenetas. Pues en los negocios de chat en internet puedes encontrarte hasta dos proxenetas: Uno, el dueño la página web, que se queda con el 50 o 60 por ciento de lo que ganas. El otro, el dueño del estudio, que se queda con el resto del porcentaje y decide con cuánto se queda la modelo. Generalmente ella es la que se queda con menos.

No es tan fácil

Yo no recomiendo este trabajo. Creo que se puede ganar bastante dinero pero no creas que es fácil. Aunque una sea bonita no necesariamente le va a ir bien, pues se requiere de una actitud y de dejar ciertos valores.

Yo fui criada con valores y por eso al principio me fue difícil. Me costó mucho emocionalmente y esto ha afectado mi vida. Cada momento siento como queme martillan en la cabeza y me dicen que no todo está bien.

Mi conclusión es simple: Cuando tienes que guardar algo y no puedes contar en qué trabajas a todo el mundo, no puede ser bueno. Es como intimidante para ti. Y una se cansa mucho. Cuando yo termino de trabajar quedo exhausta peros que si hubiera hecho un enorme esfuerzo físico.

Yo no me veo en el futuro haciendo siempre esto.

Le he sacado mucho dinero y me he dado gustos pero no lo quiero hacer por muchos más años. Mi objetivo es estudiar.

Felizmente ya estoy estabilizándome económicamente. Si bien a este trabajo le saqué frutos quiero seguir una carrera, estudiar comunicación social por ejemplo.

Yo no doy este testimonio con el ánimo de invitar a nadie a que trabaje en esto. Tampoco invitar a los hombres a que busquen chicas por internet. Yo lo hago con el ánimo de dar a conocer que en este trabajo hay personas normales. Quizás no es un modo muy usual de subsistir. Lo importante es que soy consciente de lo que hago y que nadie me obliga a hacerlo.”