El misterioso florecimiento precoz de un cerezo espacial

Boquiabiertos. Así se han quedado en Japón los monjes budistas y los científicos que cuidan un cerezo procedente del espacio cuando vieron lo rápido que crecía y florecía.

Shigemi Sato/AFP

El árbol, de tan sólo cuatro años, floreció en abril, seis años antes de lo previsto. No es un árbol cualquiera, sino que procede de un hueso que protagonizó una odisea espacial.





Hace unos años fue seleccionado junto con otras semillas para ser enviados en 2008 a la Estación Espacial Internacional (ISS) y traídos a la Tierra ocho meses después, tras haber dado 4.100 vueltas al planeta.

FOTO CHSZ Preservation Society / AFP
FOTO CHSZ Preservation Society / AFP

“¡No nos lo podemos creer! ¡Ha crecido tan rápido!”, exclamó Masahiro Kajita, sacerdote del templo Ganjoji de la prefectura de Gifu (centro de Japón).

El hueso proviene de un cerezo mimado por los monjes desde hace generaciones y que, según la leyenda, tendría nada menos que 1.250 años.

“Es la primera vez que un hueso de un cerezo venerable germina y crece tan bien. Estamos muy felices porque el nuevo árbol le va a suceder”, comentó entusiasmado el sacerdote a la AFP.

– La exposición a los rayos cósmicos –

En cuatro años, “el cerezo espacial” del templo Ganjoji ya ha alcanzado los cuatro metros de alto y ha dado nueve flores de cinco pétalos cada una. Toda una hazaña puesto que su pariente, el árbol “milenario”, no tiene más que treinta.

A su vuelta del espacio, algunas semillas fueron disecadas en laboratorio pero otras volvieron a su lugar de nacimiento para ser plantadas.

“Era un proyecto educativo para que los niños juntaran los huesos y aprendieran a plantarlos”, recuerda Miho Tomioka, una responsable del proyecto. “Pero creíamos que los árboles tardarían unos diez años en florecer, cuando los niños ya fueran adultos”.

Una investigadora asociada al proyecto, Kaori Tomita-Yokotani, de la universidad de Tsukuba, se ha quedado atónita ante la maduración supersónica.

“Podría ser una consecuencia de la exposición del hueso a los rayos cósmicos”, adelantó como hipótesis. La polinización del cerezo por otras especies que florecen antes también podría explicar el fenómeno, añadió.

“Desde un punto de vista científico, actualmente no sabemos” por qué este joven cerezo está tan adelantado para su edad, admitió sin embargo.

En Japón, los cerezos en flor, con sus bonitos pétalos rosas, anuncian la llegada de la primavera con un espectáculo floral que hace que muchos sientan predilección por este árbol.