Chayanne se desvivía en detalles con su madre

Chayanne se desvivía en detalles con su madre

Cuando Chayanne no podía celebrar el Día de las Madres condoña Irma Luz Arce, su progenitora, le enviaba flores con mensajes de amor y nunca faltó una llamada desde cualquier parte del mundo en que se encontraba el astro boricua. Sin embargo, doña Irma partió de este mundo anoche, víctima del cáncer, y aunque ya no estará más, al artista y sus cuatro hermanos, Kenny, Clara, Elliot y Emanoel, les queda su mejor legado: su humildad, generosa en sentimientos, rectitud y esos valores que les inculcó desde muy temprana edad y los convirtió en gente de bien. elnuevodia.com

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“Lo paso muy bien, porque él me llama por teléfono y me manda varios ramos de rosas rojas con una tarjeta de felicitación. Él se deja sentir, a pesar de ser tan talentoso es muy apegado a nosotros”, dijo en una ocasión doña Irma a esta periodista.





Confesó entonces la profesora que era a la hora de la comida cuando “más falta me hace”.

Chayanne había comenzado a viajar desde muy temprano, primero con el grupo Los Chicos y luego como solista, a y doña Irma le costó acostumbrarse a que su niño se alejara del nido tan pronto. Por esto, cada regreso al hogar de su hijo se convertía en una fiesta.

Él la adoraba y siempre decía “tengo una madre que no cambio por nada del mundo. Ella me puede ver gordo y con ojeras y me señala que debo descansar”.

También indicó que aunque no siempre puede estar con ella en días importantes le daba otras satisfacciones, y a veces se la llevaba a sus viajes. “Mi mamá se siente superorgullosa del hijo que tiene y se identifica conmigo”.

Comentó entonces que su madre se había aferrado a la religión “para compenetrarse más con Dios y darme apoyo a través de sus oraciones”.

Y de sólo pensar en la muerte de su madre, a Chayanne se le llenaban los ojos de lágrimas. “Eso es muy fuerte, de sólo pensarlo me pongo nervioso”.

Lamentablemente, ayer tras una lucha contra el cáncer, Irma Luz Arce falleció a eso de las 6:00 p.m. en el Hospital Menonita en Caguas.

Ahora ya ese temor, dolorosamente es una realidad, y el intérprete de “Tiempo de vals” ya no volverá a escuchar a su madre decir, como aquel día, “que Dios te cuide, te favorezca, te acompañe y te bendiga”.