El diputado a la Asamblea Nacional, Andrés Velásquez, acudió al Palacio de Justicia de Puerto Ordaz para exigir que la querella iniciada contra él por el contratista de la Gobernación de Bolívar, Yamal Mustafá, sea declinada por la instancia regional y juzgada de acuerdo al debido proceso en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ).
Velásquez recordó que en 2013 denunció a Mustafá por asociación para delinquir, monopolio de contratos con el Estado, delincuencia organizada entre otros hechos de corrupción ligados al llamado “Cartel del Hierro” de Ferrominera, por lo cual el empresario respondió acusándolo de difamación e injuria.
El juez de primera instancia desestimó el procedimiento contra Velásquez pero mantuvo la querella en el estado Bolívar, contrario a lo que según el parlamentario debía hacer, pues los casos que involucren a miembros de la Asamblea Nacional deben ser inmediatamente remitidos al TSJ.
Poco después Yamal Mustafá fue arrestado por funcionarios de Inteligencia Militar y ya casi cumple un año privado de libertad, por otro lado los jueces que en principio manejaron las acusaciones fueron destituidos de sus cargos debido a presuntas irregularidades.
Cárcel de lujo
Andrés Velásquez reveló que pese a los gravísimos señalamientos de corrupción que pesan sobre Yamal Mustafá, este cuenta con una “prisión 5 estrellas” en la sede de la Dirección General de Contrainteligencia Militar en Ciudad Bolívar (DGCM), la cual remodeló para estar más cómodo, instalando incluso un sistema de computación desde el que maneja sus empresas.
Dijo que además Mustafá se alimenta con pedidos a la carta y se encarga de suministrarles comida a los funcionarios que lo custodian. “Esos son los privilegios que tienen los corruptos gracias al dinero mal habido que poseen”, apuntó.
Velásquez también se refirió a la lucha que lleva adelante La Causa R junto a otras organizaciones políticas, aclarando que la prioridad en este momento no es el tema electoral sino acompañar los reclamos del pueblo por la crisis económica y social que sufre Venezuela a consecuencia del gobierno y su modelo fracasado.
Argumentó que los venezolanos están pasando penurias en las colas para conseguir alimentos, que escasean los repuestos de vehículos y las medicinas, y que hay estudiantes presos o perseguidos por ejercer su derecho a la protesta.
Por ello calificó de egoísta que algunos dirigentes políticos estén pensando solamente en cálculos electorales cuando aún falta más de un año para las elecciones parlamentarias.
En tal sentido envió un mensaje a quienes mantienen este tipo de conductas “le hago un llamado sincero a todos esos politiqueros aliados de Rangel, tarifados que andan en ese tipo de campañitas a que por Dios; pongan los pies sobre la tierra y se preocupen más por los problemas de la gente que por sus aspiraciones electorales”.
“La gente en este momento no está preocupada por las elecciones sino por la inflación, porque no se consigue harina o porque viene una maxidevaluación con la que si el kilo de arroz cuesta 50 bolívares va a pasar a costar 100 bolívares”, sentenció.