A Rihanna se le puede describir por dos de sus rasgos más irreductibles: compartir fotografías de sí misma con sus seguidores y su pasión por el fútbol. Huelga decir, pues, que en estos días de Mundial su cuenta de Twitter ha sido un arrebato de balompédica pasión tras otro; una muestra de obsesivo apoyo a cada equipo que iba ascendiendo en el torneo hasta llegar a la final y que, visto ahora en perspectiva, constituye una maravillosa crónica 2.0 de lo sucedido las últimas semanas en Brasil. El país
Tal crónica alcanzó anoche su cénit. Tras la victoria de Alemania sobre Argentina, Rihanna acabó celebrando por todo lo alto y compartiendo el éxito de la selección germana y su alegría con sus más de 36 millones de seguidores en la red social.
Aprovechando que fue espectadora de excepción –el poder de una celebrity nunca es discreto–, la cantante de Barbados cedió su talento para la fotografía al encuentro Alemania y Argentina desde la grada del estadio de Maracaná. Y así de eufórica celebraba el gol de Mario Götze.
Rihanna comenzó el Mundial de Brasil con el corazón dividido, aunque no ocultaba su predilección por Alemania y por el equipo carioca. De hecho, horas antes de la final se citó con el astro Pelé para darse unos cuantos arrumacos y fotografiarse encantados de haberse conocido.
Pero la cosa no se quedó en esa serie de montajes fotográficos. Para sorpresa de muchos, Rihanna estuvo publicando una serie de selfies en Twitter con el equipo ganador y se convirtió en la reina de la fiesta.
En la imagen, Rihanna sostiene la Copa del Mundo flanqueada Bastian Schweinsteiger y Lukas Podolski, que la besan en las mejillas.
Otra de las instantáneas de la noche es su posado con Rimet, Schweinsteiger y Podolski.
“Alemania sin Klose es como una playa sin arena”, tuiteó la cantante durante el enfrentamiento. La foto con su admirado jugador de la selección también cayó anoche. “Rey Klose”, la tituló. Además es poeta.