Los amigos suplicaron a sus asesinos que no los mataran

Los amigos suplicaron a sus asesinos que no los mataran

(foto panorama.com)
(foto panorama.com)

Los torturaron hasta causarles la muerte. Cuatro amigos fueron masacrados en el sector El 40, parroquia Las Parcelas del municipio Mara, en la vía que conduce a Carraquero. panorama.com.ve / Karelis González Plaza

Amordazados, atados de manos y pies con alambre; y con múltiples impactos de bala en la cabeza y en el pecho, fueron encontrados los cadáveres de Jonathan José Áñez, de 20 años, Eduardo Luis Leal Fuenmayor, de 24, Antonio José Mercado González (19) y Eudi Díaz (30).

Una comisión de la policía municipal que patrullaba por la zona, encontró los cuerpos a las 11:50 de la noche del jueves. Minutos antes, los asesinos bajaron de un vehículo a los cuatro amigos y los asesinaron en el lugar.





Hubo un intenso tiroteo en la zona. “Estaba en el cuarto con mi bebé, cuando escuché más de 30 disparos. Abracé a mi niña y corrí a refugiarme debajo de la cama. A los minutos, sentí el movimiento policial y al salir, me di cuenta de lo que que había ocurrido”, contó una habitante de la zona.

En el lugar quedaron esparcidos los cartuchos de las balas percutidas y restos de los fallecidos. “Los homicidas utilizaron armas cortas y largas para cometer el crimen. Posiblemente, estemos hablando de una venganza muy puntual”, indicó un vocero de la policía científica ligado a la investigación.

—“No nos maten… Por favor…”, fueron la súplicas que hicieron los hombres a los homicidas. Sin embargo, de nada valió y más se ensañaron. “Ellos gritaban de miedo y los asesinos se reían. Luego se escucharon los disparos”, relató la vecina del sector.

Las cuatro familias quedaron impactadas por el dantesco asesinato. Parientes de Eduardo Leal contaron: “Él salió muy temprano a trabajar en Carrasquero con su padre, en los negocios de bisutería que manejan desde hace varios años. Desde allí no supimos más de él”, aseguró su tío, Nerio Leal.

Su padre, Luis Leal, aseguró desde la subdelegación del Cicpc en El Moján: “Mi hijo llegó a la tienda y a los pocos minutos me dijo que iba a hacer una diligencia y que regresaría al rato. Después me llamó y me dijo que estaba bien. No supe más de él hasta que al amanecer de hoy —ayer— que me enteré que lo habían matado”.
El cuádruple crimen ocurrió a 500 metros de Cerro El Picante, donde todos vivían, desde hacía varios años.

Jonathan Áñez, según relató su hermano, José Manuel Áñez, salió de su casa a las 8:00 de la mañana, luego de que Leal lo pasara buscando en un camión F-350. “Eduardo le pidió a mi hermano que lo acompañara a hacer una diligencia y no fue hasta las 8:00 de la noche que se comunicó con mi madre. Le dijo que ya iba llegando a la casa, pero nunca llegó”, narró el pariente desde la medicatura forense de LUZ.

Los cadáveres de tres de ellos quedaron juntos y el cuarto quedó a cuatro metros de distancia. Eudi Díaz y Antonio Mercado fueron quienes recibieron la peor parte. Sus rostros quedaron desfigurados hasta el punto de que a sus familiares se les dificultara reconocerlos.
“No sabemos qué hacían los cuatro juntos. Quizás estaban ingiriendo licor”, presumió el progenitor de Leal.

La policía científica se trasladó al sitio y colectó más de 20 casquillos de bala. “Las investigaciones ya se iniciaron. Sin embargo, es prematuro establecer algún móvil”, indicó el informante.