Alexander Guerrero E: Biométrica de la escasez: Racionamiento y control de la dieta

Alexander Guerrero E: Biométrica de la escasez: Racionamiento y control de la dieta

thumbnailalexanderguerreroUn par de conceptos, las instituciones que explican la naturaleza, acción humana, catalaxia: precios y mercado, los fundamentos de la propiedad privada y la libertad. Al restringir su comportamiento administrativamente desde el gobierno, con leyes, decretos o manu militari, se provoca la insurgencia de montones de distorsiones que impactan severamente sobre los grupos de menores recursos, terminado eventualmente en la cuerda de la servidumbre del Estado benefactor.

La historia nos muestra uno interesantes ejemplo. El primero en hacerlo, tenemos en el mundo clásico, llegando triunfante de las Galias, Julio Cesar. Quien hizo algo similar con los precios y los impuestos, y danos a la propiedad privada. El l impacto fiscal por control de precios y expansión del gasto fue letal, Cicerón lo advirtió en aquellos días, “el presupuesto debe ser balanceado,…..la deuda publica debe reducirse, la inflación combatirse. La arrogancia del gobierno deben atemperarse y controlarse, así como eliminar las asistencias financieras a tierras extrañas, de otra manera aceremos en bancarrota…”- Cicero, 63 B.C. Las Catilinarias.

Pero es lo contrario a lo que actualmente hace el gobierno venezolano. En aquellos tiempos, un testigo de excepción, Cicerón desde las tribunas del senado fue un crítico tenaz predeciría el caos fiscal, social y militar. En tiempos modernos, socialismo, fascismo y nazismo hicieron lo mismo, ya sabemos que ocurrió: escasez, hambre y miseria, colas y servidumbre y empobrecimiento.





No hay precios justos, los precios no son como deben ser, no contienen juicio de valor, son objetivos y su validez es universal. A través de ellos la sociedad distribuye costos y beneficios, y mientras más libre sea el mecanismo de formación de precios, más racional y equitativo es el intercambio. La costura institucional fusiona derechos de propiedad, mercado y precios, la indivisibilidad es total, el precio es objetivos de todos, y no confisca de nadie, si es alto o bajo vendrá definido por las preferencias de los consumidores. Por ello el 98% de la humanidad forma precios libremente, aquel país que rompe esta lógica natural y social, levanta un hervidero de distorsiones, entre ellas la escasez y la inflación.

No hay ingenuidad en los controles, hay asimetría de información y conocimiento, también ignorancia y voluntarismo, propósitos políticos, se busca el control de la gente y ello se logra administrando la escasez que el control de precios produce; es lo que hoy nos ocurre con los controles de precio y de cambio, y somos testigos que esos controles no alcanzan objetivos sociales de ningún modo, el bolívar compra un dólar a razón de 90 Bs, uy la inflación de los alimentos terminara en 120% en el 2º14. El termino de esa coyuntura, nadie se beneficia, las desproporciones sociales y políticas se quiebran con los conocidos efectos perversos de miseria y hambre. Los controles quedan entonces para reprimir la respuesta social y política de la gente que ve su calidad de vida empeorar a gran velocidad, como ocurre hoy en Venezuela. Mientras tanto, los gobiernos a través del monopolio en los mecanismos de coerción, represión, y el peso de las leyes cuando el sistema no tiene contrapesos institucionales, el Estado de derecho, porque esta es parte del esquema de no controlabilidad y equilibrio institucional.

El gobierno hace 11 años impuso controles en precios y producción, se sirvió de ellos ello para monopolizar las divisas, en ese periodo el gobierno ejecuta y realiza el 72% de las importaciones, y sin embargo declaro una guerra por la escasez, en un entorno de racionamiento de divisas, vía CADIVI y SICAD’s, mientras los flujos de renta petrolera caerían en medio de una severa caída de la producción, descapitalización y elevados costos financieros de PDVSA< una empresa catalogada en los mercados de alto riesgo, por ello no ha podido en tres años colocar un bono de deuda en dólares en los mercados, ello elevo su riesgo. EN conjunto todo ello, y bajo la conocida ineficiencia sin mercado, las divisas vendidas por el gobierno caerían con ellas las reservas internacionales; el resultado neto escasez de divisas, caída de las importaciones y devaluaciones, con una tensa entre hiperinflación y escasez templo trajo las colas para comprar cualquier cosa. Ante ese caos sin solución, el gobierno busco en los “colistas” al culpable, es obvio que el gobierno debe saber que es su culpa, pretende tomar la huella para que las colas se vayan a la tarjeta electrónica, pero con las malas noticias que ninguno de esos artilugios electrónicos, o perdigones y gas lacrimógeno, traerá los bienes al mercado. El desconocimiento de las cosas de la economía en el gobierno es para lo menos patética, sus soluciones causan mayor impacto y perversión.

El racionamiento operado dentro del sistema en todos los sectores de producción, importación, se hizo global, la escasez en los anaqueles que atienden la demanda del consumidor, muestra la verruga de la intervención, PDVSA convertida en operadora fiscal era más útil en reparto, que en su actividad medular, hoy es un conglomerado que hace todo, a doble costo. El control de volúmenes y precios del dólar, hizo que en el mercado los dólares fueran petrodólares, los que p provienen de las exportaciones del petróleo. Así, la crisis balanza de pagos y crisis fiscal que son las causas económicas de la escasez y racionamiento, explota al bolívar, lo vuelve añicos, el gobierno se nutre así del impuesto inflacionario, de la inflación que el mismo imprime.

El gobierno resiste al remedio, desmontaje de los controles, por el contrario su respuesta a la escasez, inflación y mercados negros por el mismo creado, es más controle, decreto leyes para los precios, que torpeza, falta de conocimiento nos metió en la trampa de la hiperinflación y la escasez; se reactiva la represión, exacerbando “más escasez y más inflación; la actividad económica sucumbe, en el 1er Semestre de este ano, la contracción económica se sitúa entre (-5%) y (-7%,). Los números muestran la escasez, el BCV la estima sobre 30%, que explica que de cada 10 bienes que se demandan, solo se consiguen 3 pero después de tres viajes al mercado. La perversión ya es parte del sistema Y como es endógena al sistema, las colas expresan miedo al hambre, la hiperinflación y escasez. La pérdida de tiempo por colas desbarata la actividad económica en 12% en términos de PIB, la contracción es severa e inédita en la historia económica venezolana, mayor que cuando el paro petrolero.

El gobierno fracasa políticamente, su fracaso económico lo vivimos a diario. Los gobernantes sienten miedo, no publican índices inflacionarios, pensando que la inflación solo se lee y no se siente, error; y apela sin vergüenza al racionamiento, y lo busca a través del mecanismo más complejo, la biométrica capta huella y a la base de datos de los consumidores, misión imposible, convierte al mecanismo en un objetivo para la violencia, una tarjeta de racionamiento electrónica, presente en la base datos. Cambia el racionamiento por colas, visible, tumultuoso y socialmente costoso

De esta manera, el gobierno emite una señal peligrosa, la escasez, la hiperinflación, estarán para un largo plazo; eso lo sabemos, porque estudiamos las causas de fenómeno, son políticas y económicas; la gente de a pie no lo sabe pero lo siente, no lo racionaliza, el temor por el hambre aparece en la respuesta social y en el gobierno las asimetrías de información y conocimiento solo piensan en la violencia institucional del Estado, en la represión, ahora con capta huella, conseguirá lo mismo que no tiene.