Exequíades Chirinos: Gastón, el anticomunista

Exequíades Chirinos: Gastón, el anticomunista

thumbnailexequiadeschirinosEn Macondo, la cordial y cálida casa ubicada en el Barrio Ziruma, de Maracaibo, sostuve un sabroso encuentro con el periodista y amigo Argenis Bravo, quien vive modestamente, goza de una memoria prodigiosa a sus casi 80 años y conserva intacto el espíritu del buen periodista, en todos los sentidos.

Después del sagrado recuento de nuestros amigos, el centro de la amena charla fue necesariamente el proyecto de Ley de Comunicación Social, introducido por Gastón Guisandes, un personaje cuya hoja de vida está marcada por vaivenes muy criticables en el campo del periodismo y de la política, donde son más los rechazos que su aceptación.

Sobre la trayectoria “profesional” de Guisandes, mi buen amigo Argenis Bravo recordó algunos datos interesantes que dibujan al personajillo y me autorizó a relatarlos porque Argenis es, sobre todo, un hombre y periodista honesto, valiente a toda prueba y una persona solidaria con el gremio periodístico. Fue formado Ignacio De La Cruz, Arístides Bastidas y Ciro Urdaneta Bravo, sus tutores y referencias del periodismo venezolano.





Argenis, a secas, tiene en su haber nada más y nada menos que 3 Premio Nacional de Periodismo, que le concedieron en una época cuando solo se otorgaba un único galardón y, específicamente, al periodista más destacado del país, así que se los ganó en buena lid demostrando un excelente olfato y redacción.

El primero, en el año 1964, por su reportaje sobre los barcos de guerra que participaron en el bloque contra Cuba, publicado por Panorama cuando Argenis ejercía el cargo de corresponsal en Falcón, su tierra natal.

El segundo, en el año 1975, con un reportaje que causó un verdadero revuelo y escándalo acerca de 4 mil kilómetros de tuberías fuera de especificaciones técnicas que se compraron para el Complejo Petroquímico de El Tablazo, igualmente publicado en Panorama.

Y el tercero y más sonado, en ‘87, cuando con ese distintivo olfato periodístico, conocedor hasta los tuétanos del mundo militar, Argenis dio el gran tubazo mundial al difundir que una Corbeta colombiana, la Caldas, estaba en el Golfo de Venezuela en actitud provocativa.  También lo publicó Panorama y aunque medios capitalinos trataron de desmentirlo el periodista de Coro, y orgullo del Zulia, dio las coordenadas exactas donde estaba desafiante la nave que casi lleva a Venezuela a un conflicto bélico con Colombia.

Ilustro un poco sobre Argenis Bravo, porque es todo un señor y autoridad en el gremio periodístico venezolano, donde su figura emerge por su ética, sentido del periodismo,  humildad y tesón.

En su destacada trayectoria profesional, Argenis trabajó un tiempo en el diario Crítica justo en el tiempo cuando Gastón Guisandes era su director. Descontento por el trato y el salario, introdujo su renuncia a la espera de que lo liquidaran doble, dado que el gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez I, había decretado el pago doble de prestaciones para todo trabajador, en cualquiera de sus modalidades: renuncia o despido.

Y así lo hizo Argenis, apegado a la legalidad porque estaba claro que tenía pleno derecho a una indemnización doble y también lo sabía la jefa de personal de Crítica, quien le elaboró un cheque por Bs 44 millones (de los viejos).

Al enterarse, un Guisandes alterado bajó inmediatamente de su oficina al Departamento de Personal y en presencia de Argenis le ordenó a la mujer romper el cheque. Así lo hizo la dama y entonces Gastón, el mismo que hoy pretende pulverizar los derechos de los periodistas venezolanos con un adefesio de proyecto de Ley, espetó:

“Yo no acepto leyes ni órdenes presidenciales”. Seguidamente ordenó:

¡Páguele sencillo!”, y entonces la jefa de personal, avergonzada y sorprendida pero subalterna al fin y al cabo, le hizo a Argenis un cheque por Bs 14 millones, quitándole de un plumazo más de la mitad que le correspondía por derecho.

Ese es parte del retrato de Gastón Guisandes, muy criticado por quienes fueron los trabajadores de Crítica y más recientemente por la gente de La Verdad, periódico del cual fue director y que por muy poco no condujo deliberadamente a la quiebra.

Argenis Bravo, entonces optó por tomar su cheque porque como hombre de Izquierda su pasión es otra muy diferente al dinero. No así Gastón Guisandes, siempre dispuesto a esquilmar a los trabajadores en sus derechos laborales y ahora profesionales con ese intento legislativo tendente a desfavorecer la profesión.

Tomamos el café que le sirve a Argenis para recordar dos interesantes datos acerca de Gastón. Uno es el caso de los trabajadores de los talleres y choferes de Crítica, a quienes Guisandes engañó con una vil jugarreta: Les hizo firmar un papel en blanco.

En persona, iba donde estaba cada uno, les explicaba y conminaba por su condición de director:

“Firmen aquí para aumentarles el sueldo porque pronto aprobaremos el Contrato Colectivo”.

Una vil mentira usada para botarlos: a trabajadores de taller y choferes, a quienes en esa hoja en blanco Guisandes les colocaba el texto de su renuncia convirtiendo una simple firma en una petición de renuncia laboral.

“Tres de esos choferes laboran o trabajaban hasta hace poco en la Guarnición Militar del Zulia. Los botó Gastón”, desliza Argenis a la segunda taza de café.

El segundo dato es que Gastón Guisandes era un perseguidor de los trabajadores por el solo hecho de sus inclinaciones políticas. “Era un anticomunista furibundo porque los perseguía y aquel que oliera a comunista en Crítica lo botaba sin miramiento alguno”.

De ello sabe mucho Argenis porque él, particularmente, era comunista y gran amigo de Héctor Mujica, periodista y combatiente. Además, por ser primo de Douglas Bravo, guerrillero para la época, Guisandes prefería no meterse y guardaba una distancia con relación al periodista falconiano.

En el Zulia era sabido que Guisandes militaba en el sector político de la Derecha, hecho que a la luz de hoy resulta algo confuso porque Gastón pretende hoy acercársele al gobierno de Maduro al prestarse como especie de alfil contra el gremio periodístico. ¿Anticomunista reconvertido? Difícil para quienes conocen bien al ex diputado, a quien en una ocasión el presidente del Concejo Municipal de Miranda, Ramiro León (+), lo sacó a palos de unas playas que pretendía ocupar Guisandes.

Quien hoy pretende dinamitar al gremio periodístico, al Colegio Nacional de Periodistas con un proyecto de Ley violador de la Constitución Nacional, en sus artículos 57 y 58, trató de inscribirse en el CNP, sin tener los requisitos mínimos necesarios, es decir, ilegalmente.

“Lo intentó durante la gestión de Guillermo Molero”, recuerda Argenis.

Fue el Padre Roberto Lückert (aún no era Monseñor) quien habló con Molero para formularle la petición, a lo cual el Secretario General del CNP se negó rotundamente. “Padre, no interceda por ese hombre”, y Lückert inmediatamente desistió de su acción facilitando que jamás Gastón Guisandes entrara ilegalmente a un gremio que odia in extremis y, por ende, a quienes lo conforman: a los periodistas.

Para corroborar esa actitud, basta leer uno o dos de las 18 normas de ese proyecto hegemónico y anti-periodista de Guisandes. El profesor Marcelino Bisbal lo explica con claridad en “Periodistas en tiempos difíciles” al referir que los artículos 17 y 18 son censura previa y autocensura pura, dado que los periodistas tendrían que pedirle permiso a las personas para poder referirse a ellas y se opone a la difusión de informaciones sobre “situaciones irrelevantes”, las cuales, en su definición, son ambiguas porque si se asume como tal, hasta podría ser irrelevante el descarado robo en Cadivi de los 20 mil millones de dólares, el acrecentado desabastecimiento de alimentos o los miles de crímenes anuales que tiñen de sangre el seno de las familias venezolanas.

Es necesario frenar ese proyecto legislativo que sólo busca cercenar las libertades ciudadanas al ponerle obstáculos al desempeño de la labor periodística y el cual, en el fondo, se constituye en una acción de un hombre enemigo del gremio periodístico cuya única pretensión pareciera ser escalar en el gobierno nacional.

@exequiades