Me cuesta decirle partido político a todas las organizaciones políticas que existen hoy en Venezuela. Están inscritos en el CNE, por lo que teóricamente lo son; hacen parte del sistema político decadente en torno a su misma esencia: todos son de izquierda.
No existe ninguno de derecha. Desde el comienzo de este ciclo histórico-político -1958 hasta la actualidad-, la izquierda llegó y se quedó. Desde 1999 comienza su etapa decadente y ahora vivimos el fin de esa era.
El marxismo es una patología social en Venezuela que ha transvalorizado en la cultura la justificación a su vigencia: son los salvadores de los pobres. Para las organizaciones políticas, es necesario mantener la pobreza, pues es la única manera que tienen para que siga la creencia en falsas promesas –justicia social, igualdad, más derechos que deberes, etc. Además, todo lo malo es catalogado de derecha haciéndola formalmente inexistente en el sistema político decadente.
Todos los partidos políticos de ese sistema –el PSUV y todo su combo, con la MUD SIN EXCEPCIONES- van a defender cualquier salida electoral a ultranza. Con diferentes mecanismos, planteamientos y promesas, pero al final, dirán que lo más importante es Venezuela y jugarán a estar de acuerdo para pedirle el voto a la gente, otra vez. En definitiva, estos partidos políticos no garantizan la Libertad de Venezuela sino todo lo contrario.
Nosotros no somos la Generación de Relevo de estos actores. Nosotros representamos el inicio de un nuevo ciclo histórico: un nuevo estamento político, con un nuevo pensamiento político –principios y valores que nos diferencian de ellos-, y una nueva forma de hacer política. Representamos el inicio de una nueva era donde la Libertad del venezolano es lo más importante como herramienta para que cada quien haga de su vida lo que más le guste.
El fin de la decadencia, está en las manos de los fuertes. Si los dormidos obedecen de nuevo al llamado electoral –utilizando con intimidación el mecanismo de la culpa- los decadentes seguirán vigentes. Si desconocemos y desobedecemos las reglas del juego político, estaremos garantizando la conquista de la Libertad.
¿Cómo comenzar? Rompa absolutamente todo vínculo con estas organizaciones y sus actores. Hágalo pensando en sus rostros y respóndase la pregunta ¿tiene esta persona cara de futuro?
Rompa con todo aquello que va en contra de sí mismo, porque nada bueno sacara de usted. Rompa con todo aquello que le causa desolación y frustración en la política, porque es el alimento predilecto de los dominadores de espíritu. El arma más poderosa que usted tiene es la confianza, derrote a su enemigo quitándosela, porque hay muchos que hasta hoy la poseen.
Y no se preocupe, que cada nuevo ciclo histórico-político siempre trae consigo nuevos partidos políticos: de la mano de los vencedores.
Libertad o nada.