Instituto de la Mujer botó a Eva Herbert por modelar para “marcas capitalistas”

Foto El Tiempo
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Ella, la modelo. Ella, la que ha caminado por las pasarelas de Ángel Sánchez, Mara Montauti, Mayela Camacho, Jenny Bastidas. Ella, imagen de Digitel por tres años, de chicles Adams, de Pepsi, de Movilnet. Ella, finalista de Chica E! en 2011. La de sonrisa  amplia, blanquísima, piel canela, ojos achinados, los cabellos rulos, publica El Tiempo.

Ella, la psicóloga clínica. La que llegó de Puerto Ordaz a Caracas para estudiar en la Universidad Central de Venezuela (UCV), de donde egresó  en 2012. La que cursó una maestría en Estudios de la Mujer (“solo falta terminar la tesis”), la que publica artículos en revistas especializadas sobre feminismo, la que trabajó por dos años y medio en el Ministerio de Servicios Penitenciarios, la que participó en campañas contra la violencia de género. Ella,  1.74 centímetros de estatura,  24 años de edad. La voz gruesa  que cita a Lipovestky, a Maite Sarrió, Amparo Ramos, a Carlos Candela, a Simone de Beauvoir, referentes del feminismo.

Debut y despedida





A ella, a Eva Herbert, la botaron del Instituto Nacional de la Mujer (Inamujer), adscrito al Ministerio de la Mujer. Apenas trabajó allí una semana. Fue contratada para coordinar un Centro de Atención y Formación Integral: atender pacientes, supervisar lo administrativo, declarar en los medios de comunicación, etc.

Antes había firmado un contrato como modelo con el Grupo Ferrara para un desfile en Puerto La Cruz. “Había notificado que tenía un compromiso, por él faltaría dos días. No especifiqué de qué”.

Al regresar, su jefa la llamó, para comunicarle que al organismo le incomodaba que ella fuera modelo.  “Tú eres famosa. Los pacientes te reconocerán y te van a identificar con marcas capitalistas: lo del modelaje va en contra de los valores de la institución”,  le dijeron.

La joven le escribió una carta a Isabel Yekuana, presidenta de Inamujer y viceministra para la Protección de los Derechos de la Mujer. “Aún no comprendo cómo me botaron por ser modelo”. Esperaba una respuesta. Como no la obtuvo, hizo circular la misiva por las redes sociales.

-Isabel Yekuana, a quien dirigió su carta, ha rechazado –como consta en notas de prensa del Ministerio de la Mujer- los patrones de belleza impuestos por el capitalismo y los medios de comunicación.

-Lipovestky decía que la belleza a lo largo de la historia siempre ha sido una imposición que ha afectado a las mujeres. Se nos ha exigido ser bellas. ¿Qué ha pasado con eso? Creo que el feminismo no es más que una lucha de las mujeres por igualdad con los hombres: igualdad en acceso a la educación, al poder. Eso se ha ido logrando gracias al feminismo.  Si algo me ha enseñado el feminismo es que con mi cuerpo hago lo que me dé la gana. Suena grosero, pero es así.  A muchos les puede parecer mercantilización del cuerpo, pero yo, que he estudiado y sé de lo que hablo, te digo que para mí está claro: lo hago porque puedo y porque quiero. Es simple.