El objetivo de esta campaña electoral es ganarla de manera contundente y abrumadora. El tiempo para su desarrollo es relativamente corto, para ello las estrategias a desarrollar deben ser audaces, en “UNIDAD”, porque la unidad es el pan de los pobres. Estamos a un paso de obtener una victoria legislativa sin precedente y el pueblo venezolano está preparado para defender los resultados.
Nuestro compromiso es con la libertad, respeto a la propiedad privada y los derechos humanos. En esta campaña debemos romper paradigmas. Otro punto de apoyo a nuestras aspiraciones es tener un mensaje claro y nítido que apuntale a una reforma profunda del Estado, que haga letra viva la Constitución Nacional, que impulse leyes, que frenen la inseguridad, el desempleo, el alto costo de vida y la perversa centralización.
Ahora nos toca involucrar la calle y empatar nuestras propuestas poco a poco con las necesidades del pueblo. Es necesario una campaña de movimientos continuo, sistemático y agresivo a través del casa por casa, medios de comunicación y redes sociales; sembrar nuestro mensaje en los corazones de la gente, promover nuestro slogan de campaña hasta el cansancio, hacer llegar nuestra propuesta legislativa hasta en la sopa de la gente de a pie. Debemos contar con candidatos valientes que respondan a los intereses de Venezuela, no a cúpulas de los partidos y muchos menos a caudillos locales. Seleccionar y preparar nuestros voceros a todos sus niveles para que se hagan creer y querer tanto a nivel nacional, regional, municipal, parroquial; con especial énfasis en los barrios pobres, porque allí sellaremos nuestra victoria.
Todos los partidos políticos con sus aliados deben conectarse con la gente e investirlas del inmenso desafió que tenemos por delante. En materia electoral hay que incentivar y estimular al ejército de hombres y mujeres que tendrán la responsabilidad de defender al lado del pueblo todo el trabajo de campaña, para mí, el 6to rector del CNE. Debemos empezar por creer que verdaderamente estamos a un paso de una contundente victoria electoral y, en ese sentido, debemos hacerla realidad. Es la hora de los candidatos valientes. Tengo claro que doblegar la voluntad de lucha del contrario no será fácil pero estamos en nuestro mejor momento para lograrlo, ya lo hemos derrotado, la reforma constitucional, las elecciones de la Asamblea Nacional del 26 de septiembre del 2.010, todo esto estando vivo y mandando Hugo Chávez. Mientras que ahora nos gobierna el peor de los sucesores, Nicolás Maduro.
En el caso del Zulia debe recordarse de aquellos ataques de los cuales hemos sido víctimas, tales como los despojos del puerto, aeropuerto, carreteras, puente, polideportivos y además, pago de multas eléctricas, apagones, racionamiento del agua, bachaquerismo, desabastecimiento, destrucción del Lago de Maracaibo con extracción de petróleo, por inexpertos cubanos.
El objetivo es discutir con la gente, aprobar y difundir nuestro programa legislativo, invocó la inclusión, amplitud y negarnos a las imposiciones dedocráticas. Hago una observación crucial para el éxito de la campaña, la clave esta en el contacto directo casa por casa, el cual no es otra cosa que visitar hasta el ultimo rancho de Venezuela, contacto que debemos tener con nuestros potenciales votantes, los pobres y maduristas arrepentidos, un trato que les encamine a enamorarse de nuestro proyecto de país, que les permita saber a donde ir; ellos son inteligentes y están conscientes sobre donde no deben volver, hay que hacerles entender que con nosotros vivirán bien, comerán bien, trabajaran bien y vivirán seguro.
joaquinchaparro.