Esto puede aplicarse al reciente enfrentamiento en Quinta Crespo, entre dos poderes, uno oficial, la CICPC, y otro de facto: los colectivos.
132 colectivos convertidos en bandas armadas actúan en la parroquia Sucre. ¡Y solo en Cotiza, que no es del tamaño de Nueva York, hay 100!
Los colectivos fueron auspiciados por Chávez, y siempre se escudan en frases suyas, para darse títulos como “Escudo de la Revolución”, y actuar, no solamente en contra de los ciudadanos que protestan, sino de la propia policía del Estado como la CICPC, que pierde la moral, al comprobar que son amparados, “presuntamente”, por el PSUB y la Fiscalía, en contra de su acción para desarticularlos, ante las múltiples denuncias por toda clase de delitos.
Validos de esta patente de corso, amenazan de muerte a ciudadanos opuestos al gobierno, afirmando en los barrios que dominan “que ellos son la autoridad y actúan por orden de Nicolás Maduro”.
En una reunión del Consejo Municipal de Libertador, la bancada oficialista declaró que los colectivos “defienden el proceso.”
En el allanamiento por la CICPC del invadido edif. “Manfredir” de Quinta Crespo, sede del colectivo “Escudo de la Revolución”, adornado con la bandera nacional, fotos del Libertador y de Chávez, la violencia desplegada ameritó la presencia de 200 funcionarios y un helicóptero, culminando con cinco muertos, entre ellos dos jefes de colectivos, lo que causó el despido del ministro del Interior, general Miguel Rodríguez Torres, ante la indignada protesta de la FANB.
¡O sea, las fuerzas del Estado, enfrentadas a los colectivos, protegidos “presuntamente”, por el mismo Estado!
¿Esta anarquía es “el lejano oeste? ¡No, es el país que tenemos!
P.D. Los voy a dejar descansar por tres semanas, porque me voy a tomar un “taima”. Nos volveremos a encontrar el sábado 22 de noviembre, Dios mediante.
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