La situación económica del país, de acuerdo a la opinión de algunos analistas a escala nacional, está cerrando este año con una fuerte agudización, la cual se ve reflejada no solo en las grandes empresas, sino de manera muy pronunciada en el bolsillo de los venezolanos que, en el inicio de esta época navideña, aún no terminan de decidir en qué gastar los pocos recursos que tienen a la mano. De esta realidad no escapan los comerciantes del municipio Alberto Adriani, quienes afirman que la economía de la nación está pasando por un momento difícil; sin embargo, mantienen las esperanzas de que todo mejore. Diario Los Andes
Muy fuerte
Al respecto, Yuri Mabel Angulo, propietaria de un local de venta de comida, agradeció primeramente al Dios Todopoderoso porque hay salud y trabajo; no obstante, expresó que está “muy fuerte”, porque en la Venezuela de hoy día hay que luchar mucho para conseguir los productos.
“Sabemos que hay que trabajar el día a día, pero en mi caso hay que sudar mucho para conseguir los productos, tenemos que calarnos enormes y agotadoras colas y si de suerte conseguimos lo que buscamos tenemos que comprarlo al triple, muchas cosas no se consiguen en el caso de tener un restaurante sencillo como el mío”, dijo.
Angulo señaló que en estos tiempos se trabaja para sobrevivir, pues aun cuando “echa pa’ lante” con sus hijas son ellas a quienes les toca “calarse” las kilométricas colas para, luego y a duras penas, comprar lo necesario para preparar los desayunos y almuerzos que ofrece a su clientela. “Como están las cosas uno lamentablemente trabaja para el diario, porque lo que se recoge con las ventas de la comida se vuelve a gastar, ya que ante lo caro que está la vida en Venezuela en la actualidad es imposible ahorrar y es allí en donde se refleja la difícil situación económica que vivimos los venezolanos”, apuntó.
Al consultarle de qué manera puede ello afectar en la temporada navideña, la comerciante expresó que se nota en la apatía de las personas en el municipio Alberto Adriani, pues no es igual comprar ahora que antes y citó como ejemplo la ausencia de pinturas para arreglar las casas. “Aquí, como en muchas partes del país, se acostumbra antes de adornar, pintar las casas, pero antes porque no habían pinturas y cuando llegaron tenían el precio al triple, aunado a los costos elevados de los ingredientes para preparar las hallacas, el pan de jamón, el pernil, entre otras cosas que por la tradición acostumbrábamos a comprar”, señaló. A pesar de este panorama, Yuri Mabel Angulo manifestó que la clientela sigue llegando al restaurante, “aunque la gente chille y se queje, porque todo está caro, pero si nosotros compramos caro obviamente los precios aumentan para poder llevar un equilibrio justo para todos por igual”.
“Como comerciante queremos que se vea un cambio que nos beneficie a los venezolanos, porque mucho se habla pero pocas acciones se ven, que no solamente se traten de proyectos y proyectos, sino que se realicen las cosas, pues esta crisis no solo lo sentimos con los productos alimenticios, sino con las medicinas por ejemplo, por las que ahora debemos rogar para conseguirlas”, apuntó.