La calurosa mañana del domingo se hizo propicia para que Randy Gabriel Urdaneta Carrillo (28), conocido como el “Randy”, se detuviera en la calle 127 del barrio El Gaitero a tomarse unas cervezas con unos vecinos. Mientras disfrutaba de las “frías” y contaba chistes, un carro rojo se acercó el grupo, el vidrio de atrás bajó y desde adentro dispararon al menos 20 veces. laverdad.com / José Manuel Sánchez
Las balas solo alcanzaron a Urdaneta y quien las disparó huyó rápidamente del lugar a pesar del desastroso estado de las vías de la barriada, situada en la parroquia Luis Hurtado Higuera, al sur de Maracaibo. Eran las 11.05 de la mañana cuando la noticia llegó a la casa de su hermano, en la calle contigua. Corrió hasta el sitio y con la ayuda de otros parientes y unos vecinos trasladó al malherido hombre al Centro de Diagnóstico Integral de la zona.
El esfuerzo resultó en vano. Urdaneta ingresó a la emergencia sin signos vitales. Desesperado su hermano lo apretó contra su pecho para intentar devolverle la vida, pero los médicos lo calmaron y lo acompañaron hasta la salida.
Los Urdaneta estaban desconcertados, Randy nunca les comentó que tuviera problemas o deudas. Jamás les advirtió que podrían acabar con su vida a balazos.
Tensión
En El Gaitero se mezclaron las reacciones, unos vecinos tenían miedo, era la primera vez que mataban a alguien en esa cuadra, mientras que otros comentaban entre sí que los asesinos viajaban en un Ford Fiesta rojo y no hirieron a nadie más.
Entre lágrimas, el hermano de Urdaneta comentó que Randy tenía dos hijos, residía en la calle 126 de la barriada y desconocían qué hacía para conseguir dinero.
Trascendió que presuntamente el occiso pertenece a una banda delictiva que opera en el sector. Pero los familiares y la Policía no corroboraron el comentario y dejaron a la Policía científica como el ente encargado de investigar el homicidio.