Habitantes de San Jacinto denuncian inseguridad y actos delictivos por liceístas

Habitantes de San Jacinto denuncian inseguridad y actos delictivos por liceístas

Foto: Habitantes de San Jacinto
Foto: Habitantes de San Jacinto

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en el Zulia, manifestó que la delincuencia en el país es un problema además del estado, de la colectividad y la familia. “En el país tenemos inconvenientes graves con la inseguridad porque hay problemas graves e importantísimos con la formación y atención familiar”

Habitantes del sector dos y tres de San Jacinto están abrumados por la delincuencia. Denuncian hurto y asaltos en diversos sectores a lo que se le suma el mal comportamiento de los alumnos del Liceo Luis Beltrán Ramos, quienes ocasionan daños materiales a las propiedades y vehículos en la parroquia Juana de Ávila.

Juan Pablo Guanipa, coordinador de Primero Justicia en el Zulia, en su visita al sector, manifestó que la situación delictiva necesita la atención inmediata de los entes policiales, la comunidad y las autoridades educativas. “En el país tenemos inconvenientes graves con la inseguridad porque hay problemas graves e importantísimos con la formación y atención familiar. El ejemplo de esto es el caso del Liceo Beltrán Ramos. De allí salen vestidos de estudiantes a cometer fechorías en la inmediaciones del plantel, a agredir a las personas, a robar sus bienes y a cometer hechos que van en contra de la moral y las buenas costumbres. ¿Donde está la educación de los niños y jóvenes de hoy en día?”





Jaleski Bracho, vecina del Liceo y habitante del sector tres de San Jacinto, aseguró que la situación se escapó de las manos. Expresó que a su juicio, el liceo desde hace años dejo de ser decente. “Desde las 8.00 de la mañana vienen a delinquir, no a estudiar. Roban casas, rompen carros y han agredido verbalmente a la comunidad. He ido personalmente a conversar con el director del instituto y dice que no tiene nada que ver con lo que suceda fuera del plantel. Estamos descansando de ellos porque con las vacaciones de diciembre todos se van a sus casas, pero cada vez que se van, cuando regresan vienen peor, con más fuerza”.

Bracho explicó que los malandros andan en moto por todas las calles y los jóvenes liceístas por las veredas de los sectores dos, tres, ocho, nueve y diez de la zona. “Aquí ya no hayamos por donde andar. Los estudiantes limitan nuestro libre esparcimiento y recreación. Los niños a las 4.00 de la tarde no pueden utilizar lo que queda de parques y nosotros ya no podemos salir a las calles por  tanta delincuencia. Si no nos agarra el chingo, nos agarra el sin nariz”.

Hizo un llamado a la zona educativa para que sean tomadas acciones antes de que ocurra algún evento de peor magnitud “Si no toman cartas en el asunto los vecinos tomaremos medidas fuertes porque estamos cansados. La policía dice que tienen que conseguir a los estudiantes infraganti para poder hacer algo y que no pueden tomar acciones porque son menores de edad, pero cuando ellos están haciendo de las suyas y los llamamos, se tardan un mundo en llegar.  Fuimos hasta el Core 3, firmé como denunciante y nada. La Lopna sí funciona para nosotros, pero para ellos no. En una oportunidad agarramos a un niño que le bajó todos los vidrios a una casa y la familia vino a buscarlo y nos amenazo porque según secuestramos a su hijo. ¡Hasta donde hemos llegado! Ya esto no se aguanta, eso ya no es un liceo sino un nido de delincuentes” acotó.

Julio Arraga, habitante del sector dos, informó que el problema viene desde el 2007 y que para ese entonces se reunieron con la comunidad de padres y directores, fueron a la zona educativa y se eso han pasado siete años y no han hecho nada al respecto. “Hacemos un llamado a Jairo Ramírez, apersónese en el sector. Llegamos ya al punto de que no pueden llegar medicinas a la farmacia porque los estudiantes los encañonan y se llevan la mercancía. Estos muchachos no son de la zona, en su mayoría son de barrios adyacentes a Idelfonso Vásquez”.

Guanipa, enfatizó que es importante aclarar que La Ley Orgánica del Protección al Niño, Niña y Adolescente (LOPNNA) protege indudablemente a un sector que es vulnerable de la población, pero si un adolescente comete una infracción tiene que ser juzgado, para eso hay tribunales especiales, que tienen penas distintas a las de una persona adulta. “Todo joven que cometa algún acto delictivo tiene que pagar. No pueden andar por la vida pensando que pueden agredir a todo el mundo y que eso no va a tener ninguna consecuencia”.

Nota de prensa.