El Nuevo Herald: La semana que complicó el futuro del chavismo

El Nuevo Herald: La semana que complicó el futuro del chavismo

La semana pasada fue difícil para Venezuela. En el curso de 48 horas, el país vio cómo su aliado más cercano y modelo ideológico, Cuba, inició una mejoría de relaciones con su mayor enemigo, Estados Unidos. Al día siguiente, Washington fustigó a funcionarios venezolanos con sanciones, incluyendo el congelar sus bienes, así como negarles y revocarles sus visas.

Antonio Delgado / El Nuevo Herald





Ambas acciones crearon la sensación de que el gobierno socialista de Venezuela está más desfasado y aislado que nunca, dijeron analistas. Y son probablemente un preámbulo adecuado para lo que será un turbulento 2015 mientras el gigante petrolero ha caído en tiempos difíciles.

Para muchos, la semana se resumió en dos imágenes. El lunes, durante un mitin, el presidente Nicolás Maduro se burló de la amenaza de sanciones, al decir a sus seguidores que el Imperio Yanqui podría “meterse sus visas por donde tienen que hacerlo”.

Dos días después, el gobernante cubano Raúl Castro anunciaba en la televisión nacional que la isla comunista restauraría plenas relaciones diplomáticas con Estados Unidos por primera vez desde 1961.

sitora María Corina Machado envió un tweeter a sus seguidores: “Hace dos días, Maduro ordenaba a todo el mundo que quemara sus visas para Estados Unidos. Mientras tanto, Raúl Castro estaba aplicando por la suya”.

Es difícil describir el papel de Cuba en la psique venezolana. El fallecido presidente Hugo Chávez llamaba a menudo a Fidel Castro su “padre” político y lo trataba como un hijo que lo adoraba.

Además, Venezuela envía a la isla 100,000 barriles de combustible diarios que La Habana paga en especies, con el envío de miles de médicos, y asesores militares y políticos a Venezuela, lo que sólo aumenta la influencia de la isla.

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