Mario Cervellione Hoffmann: El fallido anuncio de las medidas económicas

Mario Cervellione Hoffmann: El fallido anuncio de las medidas económicas

thumbnailmariocervellionehoffmannEl titular del diario Últimas Noticias de hoy, 12 de enero de 2015, debe ser guardado para la historia. “Gira de Maduro por el petróleo es un éxito” reseña el citado diario en su primera página, lo que contrasta visiblemente con el resto de titulares que toda la prensa internacional reseña y tilda de “enorme fracaso”.

El gobierno venezolano parece no entender que el ciclo de precios alcistas de las materias primas ha concluido y trata desesperadamente de conciliar posturas con los diferentes países miembros de la OPEP, organización ésta,  que ha decidido mantener su producción en 30 millones de barriles diarios.

Pero no solo es en el frente petrolero que Maduro cosecha fracasos; China, aliado económico de primordial importancia para el gobierno de Venezuela, le ha dado la espalda. Solo ha traído en claro la firma de unos nebulosos acuerdos en materia de inversión y cooperación económica cuya implementación, si ocurre, será en el mediano plazo.





Ante este panorama cabe entender porqué Maduro está preocupado. Necesita desesperadamente una inyección de dinero fresco que le permita sortear la grave crisis fiscal, así como los fuertes desequilibrios en materia de Balanza de Pagos que la suicida política económica de su gobierno ha generado. Ignora que China no es el Fondo Monetario Internacional y que no presta dinero para subsanar desequilibrios macroeconómicos. Por otra parte, el Fondo, que sería el organismo al que acudir en estos casos, tampoco le prestaría el dinero porque su gobierno mantiene en sus cárceles a presos políticos. En definitiva, Venezuela no tiene a quién acudir para la obtención de recursos y se le han cerrado las puertas del financiamiento internacional.

Con un panorama de precios petroleros adversos y sin poder acudir a los mercados internacionales de financiación, el régimen se encuentra entre la espada y la pared, acorralado por sus propias indecisiones en materia económica. De allí que Maduro se ahogue en un mar de palabras para notificarle a la nación –antes de dar inicio a su faraónica gira- unos tímidos anuncios en materia económica que pueden resumirse en tres puntos: a) acuerdos internacionales de cooperación con sus aliados BRIC’s en todos los ámbitos económicos para relanzar la muy maltrecha economía venezolana (¿?) b) La creación de un fondo en bolívares –una absurdez incalificable porque no se necesita crear un fondo en bolívares que se devalúan- y c) la restitución de los peajes a las Regiones. La falta de seriedad en materia económica es sencillamente alarmante.

Maduro engañó a la nación cuando aseguró que su equipo le anunciaría las nuevas medidas económicas, muy atendidas por lo que se refiere sobre todo a las del ámbito cambiario y fiscal. Pero su equipo lo ha dejado solo y no se atreve a anunciar lo que a Maduro le correspondió hacer en su momento, posponiéndolo todo para el regreso de la gira presidencial, que tiene más de huida que de gira.

Si Maduro cae en la tentación de devaluar debemos acotar lo siguiente: ¿A quién le interesa una devaluación? Al pueblo ciertamente no. El 96% de las divisas que genera Venezuela, se obtienen a través de la explotación petrolera. En este contexto de nula producción destinada a la exportación, no sacaríamos ningún provecho competitivo de una devaluación que serviría solo para que el Estado la utilice con fines fiscales (se estima un déficit fiscal por el orden de los 20.000 millones de dólares) para inyectarle más dinero a la economía con la consecuente inflación a escala sideral.  Lo único que traerá una medida como ésta, aparejada a la inflación, será una mayor y angustiante escasez. En una palabra: mayor sufrimiento para el conjunto de la ciudadanía.

Las medidas que el régimen pretende implementar y no se atreve a anunciar son de índole fiscal y totalmente inconexas sin un programa de ajuste económico serio donde prime la disciplina fiscal. Son sólo más impuestos, más controles y más sanciones para así terminar de ahogar el aparato productivo nacional (lo poco que de él queda), con la consecuente pérdida de empleo y seguir así sustentando una economía caudillista cuyos recursos están en manos del ejecutivo –léase Maduro- haciendo de los mismos, un uso discrecional que nos ha traído solo corrupción y una terrible recesión.

 

Econ. Mario Cervellione Hoffmann

@mcervellione

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