Cubanos esperan que nuevas relaciones con EEUU mejore su vida cotidiana

Cubanos esperan que nuevas relaciones con EEUU mejore su vida cotidiana

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Desde vendedores de frutas a artistas que pintan en la calle paisajes de La Habana, los cubanos tienen la esperanza de que las conversaciones iniciadas este miércoles con Estados Unidos acaben con la rivalidad entre los dos países y mejoren su vida cotidiana.

Quiliano Castillo, de 56 años, abre cocos en un puesto de jugos de frutas en La Habana Vieja en el que hay una banderita estadounidense plantada en una piña, una señal del nuevo clima existente entre estos dos países, que estuvieron enfrentados durante medio siglo.





“Ya era hora de sentarse en la mesa de negociaciones para ponerle fin al sistema que había”, dijo Castillo, expresando sus esperanzas de que la distensión estimule el desarrollo de la isla, cuya economía no despega, y atraiga más visitantes de Estados Unidos.

“La relación de Cuba con Estados Unidos no es solamente con el gobierno, es también con el pueblo”, indicó a la AFP.

La reunión bilateral comenzó en el Palacio de Convenciones de La Habana, cinco semanas después de la histórica reconciliación anunciada por los presidentes Barack Obama y Raúl Castro

Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, llega este miércoles a La Habana para sumarse el jueves a las conversaciones, lo que la convertirá en el funcionario estadounidense de mayor rango que visita la isla desde 1980.

El primer día de conversaciones está centrado en asuntos migratorios, un problema compartido, pues la isla comunista ha vivido por décadas un continuo éxodo hacia el cercano Estado de Florida, en el sureste de Estados Unidos.

Los cubanos anhelan que este acercamiento mejore sus vidas en la isla, donde los estantes de los supermercados a menudo carecen de bienes básicos y donde la gente gana salarios de apenas 20 dólares mensuales en promedio.

“Puede que cambie también en el sentido de mejorar, de tener algo, un poquitico más de que lo que tenemos normalmente en el sentido material y espiritual también”, dijo a la AFP Dayron Herrera, de 27 años, un artista que dibuja escenas de La Habana Vieja sentado en la acera cerca de la Catedral.

Los disidentes cubanos se debaten entre el agradecimiento al presidente Obama por su intento de mejorar las cosas en la isla y el malestar por pensar que hizo concesiones al régimen comunista cubano sin obtener mucho a cambio.

“Estoy cautelosamente optimista”

Algunos estadounidenses que visitan Cuba con licencias de viajes culturales, religiosos o educacionales, entre otras, dijeron apoyar el paso dado por Obama. Tales licencias ya no son necesarias desde el viernes pasado para 12 categorías de viajeros norteamericanos a la isla.

“Estoy cautelosamente optimista. Hay un montón de cosas que necesitan ser resueltas para que esto no sea problemático y sea beneficioso tanto para Estados Unidos como para Cuba”, dijo a la AFP Richard Linzer, un abogado de 66 años, en gira religiosa en La Habana con una congregación judía de Pensilvania.

“Éste es un lugar muy encantador”, afirmó. “Sin embargo, hay mucha gente que está realmente en el fondo de la escala socioeconómica y, con suerte, (…) una relación amistosa entre los dos países serviría para ayudar a todos”. AFP.