María Corina Machado ante amenazas de Maduro: No le tengo miedo al régimen

MACHADO LLEGA A VENEZUELA ARROPADA POR PERUANOS Y "MÁS DIPUTADA QUE NUNCA"

Tras la detención del alcalde Antonio Ledezma, para muchos venezolanos es cuestión de tiempo que la dirigente opositora María Corina Machado sea la próxima enviada a la cárcel en la ofensiva del gobierno del presidente Nicolás Maduro contra la dirigencia opositora, publica El Tiempo.

Sin embargo, la ola de reacciones generada por la detención del alcalde podría dejar para después esa orden, una carta quizá aún más simbólica en la estrategia de escalada de conflicto interno que parece adelantar el Gobierno venezolano.





Mientras tanto, Machado prosigue su campaña para exigir la renuncia del mandatario. En breve conversación con EL TIEMPO afirmó que no tiene miedo a la cárcel, que hasta ahora sigue en libertad y que su “obsesión” es impulsar una transición política pacífica para Venezuela.

¿Le han informado sobre la existencia de alguna orden de captura en su contra?

Desde la detención de Ledezma he recibido todo tipo de notificaciones y advertencias, hasta ahora nada oficial. El día que lo apresaron hubo un fuerte rumor de que iban a allanar mi casa, pero finalmente no tuvo lugar. Igual, sabemos que exista o no una orden de captura no significa nada, que aquí se procede sin legalidad alguna. A los dueños de las empresas de alimentos y farmacéuticas los invitaron al Palacio de Miraflores y los apresaron apenas al salir de la reunión, prácticamente en la puerta. A los sindicalistas en sus trabajos, a los estudiantes, en cualquier circunstancia, sin mediar palabra. Esas formalidades que requiere la ley aquí no valen nada.

¿Tiene miedo de que la encarcelen?

Yo no le tengo miedo al régimen; el miedo que tengo es que continúe la destrucción del país, que la impunidad sea casi de ciento por ciento, que la vida no valga nada, que no haya alimentos ni medicinas, que permanezca este gobierno con claras vinculaciones con el narcotráfico.

El presidente Maduro denunció que la publicación del ‘acuerdo para la transición’, que firmaron usted, Ledezma y Leopoldo López, sería el gatillo que dispararía el golpe en su contra. ¿Cuál es el objetivo de ese documento?

Si se lee bien esa publicación, es fácil darse cuenta de que estamos tratando de echar las bases para la reconciliación entre los venezolanos, algo a lo que el Gobierno le tiene pánico, pues lo único que quiere es dividirnos como sociedad.

En Venezuela si ha habido un golpe es el que ha dado el Estado bajo la conducción de este gobierno, un golpe continuado desde y dentro del propio Estado. Hay que llamar las cosas por su nombre. Y por eso quiero insistir en el acuerdo para la transición: uno escucha que la gente dice: “los venezolanos no tenemos idea de cómo salir de la crisis”, y eso no es cierto. Sí tenemos, más que una idea. Lo que publicamos es una ruta de pasos esenciales que nos van a encaminar a salir de la crisis y que además demuestra el carácter democrático de nuestro planteamiento. Nuestra obsesión es lograr una transición pacífica a otro modelo, porque este fracasó.

¿Qué representa entonces la detención de Ledezma?

Justamente eso, la desesperación de una dictadura que está en fase terminal y pretende acallar a cualquier voz disidente que se atreva a señalar todas sus fallas. Lo que estamos viviendo es un atropello sin precedentes porque nos atrevemos a decir que este es un gobierno claramente vinculado con el narcotráfico, que ha dilapidado la fortuna del país convirtiéndonos en esclavos de largas colas, de la escasez, de una inflación que se come nuestros salarios y que de paso ha sido ineficaz en resguardar nuestra seguridad. En Venezuela, la delincuencia es reina. Pero ha sido interesante la reacción de algunos gobiernos, de organizaciones multilaterales que se muestran más alertas; por eso llamamos a la OEA a que se reúna de emergencia y revise con seriedad si aquí se sigue la Carta Democrática.