Analítica: Especial sobre el caso Guyana

Analítica: Especial sobre el caso Guyana

Diferendo Guyana 640

 

El portal Analítica ha publicado un especial de tres artículos sobre la situación actual del diferendo limítrofe que nuestro país mantiene con Guyana por el territorio del Esequibo,incluyendo los derechos que éste genera sobre la Fachada Atlántica.





 

Emilio Figueredo

La pretensión guyanesa sobre nuestra plataforma continental

 

Guyana no puede ejercer derechos soberanos sobre lo que es la plataforma continental de Venezuela, que, tal como establece el derecho internacional desde hace muchos años, corresponde a la prolongación bajo el mar del territorio terrestre con la que forma una sola unidad geomorfológica.

La pretensión unilateral guyanesa de otorgar concesiones en nuestras aguas sin haber resuelto lo establecido en el Acuerdo de Ginebra de 1966 que es el mecanismo que regula la reclamación venezolana sobre el llamado Territorio Esequibo no es admisible.

Venezuela ya ha delimitado su plataforma continental con Trinidad y Tobago y si no lo ha hecho aún con Guyana es por la simple razón de que no se puede delimitar, ni la plataforma continental ni la zona económica exclusiva hasta tanto no se haya logrado un acuerdo práctico mutuamente satisfactorio para la reclamación territorial que, como es lógico, conlleva áreas marinas y submarinas.

En otras palabras, Venezuela no puede delimitar con la zona en reclamación ya que no se ha determinado qué corresponde en definitiva de ese espacio a Guyana y a Venezuela.

Es bueno, para entender lo que está en juego, aclarar algunos conceptos básicos del derecho del mar y que el país sepa por qué se deben defender, con todos los recursos, sus derechos soberanos sobre su plataforma continental y por ende sobre su zona económica exclusiva.

Es importante explicar qué son hoy, en el derecho internacional consuetudinario, la Plataforma continental y la Zona Económica Exclusiva.

La plataforma continental existe en el derecho del mar desde 1945 con la proclama Truman, mediante la cual EEUU declaraba unilateralmente su control exclusivo sobre los recursos que existían en el suelo y subsuelo marítimo.. Pero, para el derecho internacional, la plataforma continental surge como institución en la primera conferencia de las Naciones Unidas sobre derecho del mar en 1958 .

El régimen es igual al que se aplica en la zona económica exclusiva salvo que su fundamentación jurídica tiene un estrecho vínculo con la prolongación geológica del territorio bajo el mar, lo que le da al estado un derecho inherente y ab initio sobre su plataforma continental lo que permite, cuando hay continuidad geomorfológica extenderla hasta una distancia máxima de 350 millas.

La zona económica exclusiva

Es el resultado de un compromiso entre los  países que pretendían tener un mar territorial de 200 millas y el interés de preservar vastos espacios bajo el régimen del alta mar para proteger la libre navegación de los mares.

Esta zona se refiere a un área  mas allá del, y adyacente al, mar territorial y a la zona contigua, que no puede exceder de 200 millas en las que el estado ribereño tiene control exclusivo sobre los recursos vivos allí existentes, ya sea en la columna de agua como en el suelo y subsuelo. Esto es importante para aquellos países que carecen de una plataforma continental geológica.

El artículo 56 de la convención define los derechos sobre los recursos como soberanos.

Situación conflictiva con Guyana

La reclamación del territorio Esequibo, a pesar de no serlo, es el tema principal de hoy, y es importante recordar que los limites con Guyana fueron decretados en 1814 por el Libertador en un decreto dictado en Angostura que fijaba el limite entre la colonia británica y Venezuela en fuerte Moruca.

Luego ocurre la historia de la usurpación territorial británica, que es muy larga para ser tratada aquí, cuyo final, de todos conocido es el laudo de 1899 en el que se fijó, en detrimento de nuestro país, lo que hoy se conoce como la zona en reclamación.

Los intentos por resolver esta controversia se basan en el Acuerdo de Ginebra de 1966 entre Venezuela, el Reino Unido y el gobierno de Guyana; en dicho acuerdo se fija la modalidad para resolver el conflicto, buscando una solución práctica para el mismo y se establecen los mecanismos de solución de controversias que están previstos en el artículo 33 de la carta de las naciones unidas.

Guyana ha pretendido hacer caso omiso del acuerdo de Ginebra al plantear que lo que de allí se deriva es solo la validez o invalidez del laudo y que, por lo tanto, las fronteras que fueron demarcadas en ejecución del laudo son definitivas. Es por eso que pretende delimitar sus espacios marítimos con Venezuela.

Basándose en esa premisa, Guyana procedió a solicitar unilateralmente a la Comisión de límites la extensión de su plataforma continental hasta el máximo permitido, es decir 350 millas. Y la cancillería guyanesa se limitó a informar que en 2010 había consultado con Barbados, Surinam y Trinidad Tobago sobre la mencionada solicitud. La Cancillería guyanesa tuvo el atrevimiento de ni siquiera mencionar a Venezuela. El gobierno venezolano tendría que haber protestado a su debido tiempo ese exabrupto guyanés.

Si se llegara, por negligencia de las autoridades venezolanas, a admitir que Guyana pudiera tener algún derecho sobre la zona en que la que Exxon Mobil pretende iniciar perforaciones exploratorias, Venezuela vería de inmediato mermados su derechos sobre la plataforma continental del Delta Amacuro en más de un 60%.

Por ello, más allá de la adecuada nota de protesta emitida finalmente, por la cancillería venezolana frente a la pretensión guyanesa de invadir aguas en la que Venezuela ejerce sus derechos soberanos, nuestro país está en pleno derecho de actuar, como lo hizo con el buque Tecknik Perdana para impedir que cualquier otra nave o plataforma pretenda ejercer actividades económicas en nuestra plataforma continental o en nuestra zona económica exclusiva.

Guyana puede amenazar con recurrir a la OEA, a Caricom, a la ONU, a Unasur o a quién se le pueda ocurrir y eso no tendrá ninguna consecuencia jurídica si Venezuela actúa conforme a derecho e impide, por los medios necesarios, una violación de nuestros derechos soberanos sobre los recursos existentes en lo que es inequívocamente nuestra plataforma continental, generada desde tiempos inmemoriales por los residuos y detritos generados por el río Orinoco.

La soberanía no se discute, se defiende y es una obligación constitucional del gobierno venezolano proteger y asegurar nuestra integridad territorial y el pleno ejercicio de nuestra soberanía sobre nuestro territorio continental, insular y marítimo.

////

 

Oswaldo Sujú Raffo

 

Desafío y perversidad guyanesa…

 

Nuevamente Guyana demuestra su perversidad y falsedad ante quien le dio respaldo político, apoyo económico y regalías petroleras que aún disfruta. Hoy en noticias de prensa nacional e internacional, Guyana exige a Venezuela no obstruir las actividades de exploración y explotación que realizará, en futuro muy cercano, la poderosa empresa petrolera Exxon Mobil norteamericana, en una “concesión otorgada” por Guyana en la fachada atlántica de Venezuela.

Transcribo parte de la información publicada en el diario El Nacional: “El Ministerio de Relaciones Exteriores ha solicitado que el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, desista de tomar cualquier acción que solo podría obstaculizar el desarrollo de Guyana y su gente, ya que estaría en contravención del derecho internacional.” Este comunicado del Canciller de Guyana, Carolyn Rodriguez B. emitido en la noche del sábado 01 de Marzo 2015, se debió a la comunicación enviada por el Canciller de Venezuela, Delcy Rodriguez, al director de la filial guyanesa Jeff Simón, en donde Venezuela se opone al envío de equipos de exploración y explotación petrolera, en una concesión ilegítima otorgada por Guyana, en aguas soberanas de Venezuela en el Delta del Orinoco. Esta vez reconozco la actitud de nuestra Cancillería y doy por descontado que, la nota original se entregó a la Cancillería de Guyana y una copia a la filial Exxon Mobil, pues es lo correcto.

Nuestro malagradecido vecino, sostiene que el proyecto de la Exxon Mobil tiene un costo de 200 millones de US$ y sus actividades comenzarían a mediados de Marzo 2015. Ante la posición de Venezuela, el gobierno guyanés informó a los 15 países del CARICOM, a los de UNASUR, a los de PETROCARIBE, a la O.E.A, al COMMANWELTHA y a la O.N.U (faltó a la Federación Interplanetaria Universal), sobre las acciones tomadas por Venezuela recientemente. Es de imaginar que Guyana se refería a la captura del buque pirata “Tedkrik Pandana, alquilado por la Texas Andarko, a solicitud del inamistoso vecino y que fue apresado por un guardacostas de la Armada Nacional en Octubre del 2013, por violar aguas ancestrales y de legítima soberanía venezolana. .

En esta ocasión, según informaciones recogidas y analizadas por la O.N.G “Mi mapa Venezuela incluye nuestro Esequibo, el nuevo buque intruso es el “Deepwater Champión”, buque de perforación profunda contratado por Guyana a través de la Exxon Mobil. Inicialmente este buque fondeará al norte del llamado “Bloque Stabroek”(70.000 kms2) en aguas del Delta del Orinoco, navega en rumbo 143 º y a mínima velocidad. Se supone que operará en el área “LIZA” de 2.000 mts de profundidad y debe llegar a mediado de Marzo 2015.

Por lo visto se repite la Historia; en estos momentos de serios problemas políticos, económicos y sociales que vive nuestro sufrido país, la voracidad guyanesa busca “pescar en río revuelto”. Resalta el cinismo, la mentira y la patraña de esa “republiqueta” llamada Guyana (Solo es dueña del 25% del territorio que ocupa) al señalar a Venezuela como violadora del Derecho Internacional, cuando es ella misma la que hace y deshace de los acuerdos y de jurisprudencias internacionales desde 1966. ¿No sabe Guyana, que no debe ni puede hacer ilegítimas concesiones en nuestras aguas nacionales y en las resultantes de una delimitación terrestre pendiente? ¿No recuerda Guyana el casi conflicto armado que tuvo con Surinam por hacer exploraciones petroleras en aguas nacionales de ese país?. ¿Qué busca Guyana con insistir burdamente en violar a priori las aguas nacionales de Venezuela?.

Considero que el gobierno de Guyana debe saber que, cualquier nueva violación de aguas en el Delta del Orinoco es CASUS BELLI (Causa de Guerra), a menos que esto sea una provocación o una finta, aprovechando la situación política interna y externa de nuestro país, o tal vez “otro trapo rojo”.. Venezuela en el futuro debe medir muy bien con quien debe ser generosa y consecuente. Ya basta de “poner la otra mejilla” ante gobiernos ingratos y traidores, aprovechadores y vivianes.

Pienso y reclamo la actuación decidida y patriótica de nuestra Marina de Guerra, tan igual como lo hizo en el 2013 el Patrullero Oceánico “Yecuana” PO-13 con la decisión, arrojo y el concepto del deber patrio, mostrado por su Comandante , el Cap. Náv. Jesús Martínez Acevedo y los oficiales, maestres y marinos de esa insigne unidad de nuestra Armada, de repetirse otra agresión a nuestras aguas nacionales. La defensa del gentilicio y de la soberanía terrestre, marítima, aérea y fluvial venezolana está por encima de cualquier compromiso político o ideológico. Bien lo dijo el Canciller francés Talleyrand: “La diplomacia de los débiles, carga siempre un compañero inseparable: El FRACASO”. Sentencia que no deben olvidar quienes dirigen y mañana dirigirán los destinos de esta Venezuela tuya, mía y nuestra. La Patria es primero y es la única que tenemos. Fuera los castrocomunistas, chulos y vividores. ¡Hasta luego!

[email protected]

/////

 

EFE

 

Guyana pide a Venezuela no obstruir exploraciones de crudo

 

Gobierno de Guyana emitió una advertencia a Venezuela para que “desista de interferir” en sus esfuerzos de exploración petrolífera en aguas cuya soberanía es controvertida, informó la Cancillería guyanesa.

“El Ministerio de Relaciones Exteriores ha solicitado que el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela desista de tomar cualquier acción que solo podría resultar en obstaculizar el desarrollo de Guyana y su pueblo y que estaría en incumplimiento del derecho internacional”, afirmó la entidad en un comunicado.

Venezuela y Guyana mantienen desde hace décadas una disputa por el límite exacto de la soberanía de sus aguas.

La compañía estadounidense Exxon Mobil planifica invertir cerca de 200 millones de dólares en el programa de perforación del campo Liza, considerado en aguas de Guyana.

Se prevé que para mediados de marzo, la plataforma petrolera Deep Water Champion llegue a las controvertidas aguas por petición de Guyana para comenzar cuanto antes con las operaciones de extracción.

Guyana recordó en su escrito que ha informado a la Comunidad del Caribe (Caricom), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Organización de Estados Americanos (OEA), la Mancomunidad de Naciones y la Secretaría General de Naciones Unidas sobre “esta reciente acción de Venezuela”.